Usted está aquí: jueves 4 de agosto de 2005 Política Se opone obispo de Nuevo Laredo al toque de queda

Lamenta que el narco esté mejor armado que la policía

Se opone obispo de Nuevo Laredo al toque de queda

Rechaza eventual militarización y el cierre del consulado

ALMA E. MUÑOZ

En Nuevo Laredo, Tamaulipas, el narcotráfico tiene mayor capacidad bélica que los cuerpos de seguridad, y frente a este poder "la ley no les afecta", aseguró el obispo del lugar, Ricardo Watty, quien en entrevista telefónica se opuso tajante a la militarización de esta ciudad fronteriza y a los toques de queda.

También cuestionó la decisión de Estados Unidos de cerrar su consulado, porque es una forma de presión, sostuvo, para que la responsabilidad de combatir el crimen organizado quede en manos de México, cuando corresponde a los dos estados atacarlo de manera conjunta debido a que comparten la frontera.

"Sinceramente se me hace una decisión no necesaria, un poco al menos fuera de lugar, porque a muchos ciudadanos de bien les han impedido y quitado una oportunidad de transitar legalmente de país a país. Me da la impresión que es una medida de presión para que el gobierno mexicano actúe con más fuerza", insistió.

Expuso que en Nuevo Laredo los cárteles del narcotráfico maltratan "con sus fuerzas más pesadas a personas, quitan la vida de manera grotesca y aberrante". Es lógico que tienen vigilantes en la ciudad y obviamente aprovechan la ausencia de policías para actuar de manera tan violenta, lo que genera una cierta sicosis entre la ciudadanía, agregó.

Aprovechan el repliegue y acuartelamiento de policías municipales -producto de la investigación que realizó la Procuraduría General de la República para determinar si en el enfrentamiento de junio pasado entre dichos elementos y agentes federales participó la delincuencia organizada- "para realizar más actos violentos".

Consideró "bueno" el programa México Seguro, aunque los frutos requeridos no se han dado aún. Y demandó: "Queremos ver la seguridad en las calles y ciudades. Esperamos que la lucha frontal se dé a corto plazo, de inmediato".

No obstante, reconoció que es una batalla difícil, porque los sicarios "están libres para hacer lo que quieran, no les importa la ley". La policía tiene sus limitantes en cuanto a armamento, aun cuando las estrategias se articulan con la Federación y el estado, pero es mucho mayor la capacidad bélica de los narcos.

El obispo de Nuevo Laredo subrayó que pese a estas circunstancias se opone a la militarización y a los toques de queda. Se requiere fomentar la cultura de la denuncia y combatir la corrupción, dijo.

 
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