Siempre me sentí hombre, dijo quien ahora es Bryan
Aprueban en Uruguay por primera vez cambio de sexo a una mujer
Montevideo, 1º de agosto. La uruguaya Elisa Estela, cuyo apellido y edad no se revelaron, podrá ser identificada desde hoy como Bryan Javier, luego de que la Suprema Corte de Justicia autorizó su cambio de indentidad, tras pasar por una operación de cambio de sexo en Chile y una larga batalla en tres instancias judiciales, informó este lunes el diario El País.
La Suprema Corte uruguaya ya había aprobado un cambio de sexo y nombre (de hombre a mujer) en 1997, bajo el argumento de que "cada persona debe ser una sola desde el plano físico y desde el plano síquico y no desgajada en dos", pero es la primera vez que avala el cambio de identidad de mujer a hombre.
El transexual se sometió a una operación en Santiago (Chile) en 1999, en la que "se le extirpó el útero, se le colocó una prótesis testicular y peneana -recubierta con su propia piel- y se le cerró su vagina y su vulva (...) Además recibió un aporte hormonal de testosterona para influir en el cambio", explicó el diario.
En la actualidad "presenta caracteres sexuales masculinos: voz grave, barba, vello torácico e implantación (...) de vello pubiano", añadió la información.
El ahora ciudadano uruguayo Bryan Javier comentó que trabajó de informal en la construcción -sin presentar documentos- y que ninguno de sus compañeros advirtió que era mujer.
Desde chica, Elisa Estela quería ser hombre. "A los dos años tuve mi primera pelea por juguetes con mi hermano. Yo no quería la muñeca, quería la pelota. Siempre me sentí hombre", destacó.
El trámite para el cambio de sexo lo inició en un juzgado de lo familiar, pasó después a un Tribunal de Apelaciones y finalmente a la Suprema Corte.
El fiscal Enrique Viana presentó un año atrás un recurso de casación para anular la decisón del tribunal que había autorizado el cambio de nombre del transexual.
Viana argumentó que la forma de aceptar el cambio de nombre por la justicia, una rectificación de la partida de nacimiento, no está autorizada por la ley.
El tribunal, sin embargo, había argumentado que en Uruguay existía una laguna legal sobre el tema que debía llenarse a través de las interpretaciones judiciales, y afirmó además que la partida de nacimiento debía corresponder a la realidad.