El organismo eclesiástico ubica a España como generadora de esas iniciativas

Gobiernos socialistas imponen en AL sus políticas antinatalistas: Celam

Frenk y las feministas, parte de esos "grupos radicales", acusa el obispo de Texcoco

El clero se reúne de manera periódica con Fox ''para manifestar nuestras preocupaciones"

ALMA E. MUÑOZ

La presidencia del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam) culpa a los gobiernos socialistas de impulsar las políticas antinatalistas que, considera, se busca imponer en el continente. Por ello acordó ''ir desenmascarando a personajes, círculos y organizaciones sociales" que, "sin dar la cara", alientan "el desprecio de la ética, descomponen la convivencia social" o "se montan en las esferas de poder".

En entrevista con La Jornada, el primer vicepresidente del organismo, el obispo de Texcoco, Carlos Aguiar Retes, ubica a las agrupaciones feministas y al secretario de Salud, Julio Frenk, como parte de esos "grupos radicales" que, dice, siguen los dictados de la Organización de las Naciones Unidas para imponer acciones en contra de la naturaleza humana. En cambio, ubica al presidente Vicente Fox como aliado de la jerarquía católica, porque desde que comenzó su gestión ''estableció'' su compromiso con la vida.

''Cada dos o tres meses nos reunimos con el Presidente y le presentamos, por escrito, como él nos invitó a hacerlo, nuestras preocupaciones.''

El más reciente encuentro entre el mandatario e integrantes de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) ocurrió en junio y, según el obispo Aguiar, el mandatario coincidió con esas angustias, pero, lamenta el religioso, el problema es que no todos los integrantes del gabinete presidencial comparten el credo.

''El Presidente sí ha expresado su fe católica, pero no así todos los de su gabinete. Entonces hay esa confusión sobre por qué no se cumple el decálogo (en materia de religión) que (como candidato presidencial) Fox nos hizo saber (como parte de su proyecto de nación). Pregúntenle al secretario de Salud si él es católico, si tiene esas convicciones; evidentemente no.''

-Justamente por el credo del Presidente se esperaba que se dieran más encuentros con la Iglesia.

-Ha habido, no hay que negarlo. Por ejemplo, la señora Josefina Vázquez Mota (secretaria de Desarrollo Social) ha tenido muchos acercamientos, pero operativos, para hacer valer la estructura de la Iglesia y echar a andar proyectos sociales de importancia, tanto en el campo como en las zonas surburbanas o barriadas. Allí se ve la diferencia. Mientras un personaje del gabinete no tiene ningún problema de relación con la Iglesia, se dan encuentros muy cordiales y eficaces. Cuando las relaciones son totalmente distantes y no hay esa comunicación para la toma de decisiones, como pasó con el secretario de Salud (por la píldora de emergencia), pues allí es de choque y de dificultad para llegar a entendimientos.

Amigos y enemigos del respeto a la vida

-¿El Presidente es su aliado?

-Pues sí. Cada dos o tres meses nos reunimos con él y le presentamos por escrito -a invitación suya- nuestras preocupaciones. El desde el principio estableció su compromiso con la vida, como también lo hizo el secretario de Gobernación (Carlos Abascal).

Durante la tercera semana de julio, el Consejo de la Presidencia del Celam sesionó en Bogotá, Colombia, para abordar las problemáticas comunes que viven los países latinoamericanos. Encabezados por el cardenal Francisco Javier Errázuriz Ossa, arzobispo de Santiago de Chile, sus integrantes manifestaron como una de las principales problemáticas detener los matrimonios homosexuales, la aprobación de la eutanasia y la práctica del aborto.

Al respecto, el secretario general de la CEM consideró que ''desde hace mucho tiempo México está siendo torpedeado por políticas sociales distintas a su idiosincrasia'' y, por ello, al igual que en occidente, se vive una crisis moral, aunque no en la misma proporción que en los países nórdicos donde, asegura, el individualismo tocó fondo. Reflejo de ellos, apuntó, son los índices de suicidio entre jóvenes de 20 años.

-¿En la reciente reunión del Celam abordaron esas problemáticas?

-Hablamos de preocupaciones comunes. La primera, las políticas que parecieran venir de España, en particular de los gobiernos socialistas, desde donde tratan de influir en todo el continente, no sólo en México, para imponernos legislaciones como los matrimonios homosexuales, cuando simplemente se debía cuidar que no haya homofobia, pero no equiparar en el derecho lo que por naturaleza no se da.

"La preocupación de que venga la eutanasia. El hombre no es dueño de su vida. La vida está prestada por Dios. Nadie la compró. Quieren lograr como un efecto dominó. Los mismos argumentos, las mismas presiones en un país, en otro y en otro, como si con eso lograran la gran felicidad, cuando sabemos que lo único que nos va a traer es una disparidad ética, no acorde con la naturaleza humana, y que va a descomponer la convivencia social. Tratamos de analizar de dónde vienen, por qué las presiones, cuáles son los grupos que las están provocando y cómo se van montando en las esferas de poder."

Eso, abundó, es lo que "hay que ir detectando cuidadosamente en México: en personajes, en círculos, en ONG. Es toda una labor de ir desenmascarando porque muchos lo hacen sin dar la cara".

-¿Han detectado quiénes son?

-(En el Celam) mencionamos nombres y personajes. Pero me guardo quiénes son porque ni siquiera me acuerdo. Uno los sabe, pero no se lo guarda todo en la memoria para conservarlos como cosa de disco duro. Se ocupó en aquel momento y se hizo el señalamiento.

Sin embargo, para el obispo Aguiar Retes entre esos grupos están las feministas y Julio Frenk, porque, afirma, "él realizó su trabajo en la ONU y creo que aspira volver allá, pero con la bandera de 'logré imponer en un país de mayoría católica todo lo que acá habíamos acordado'".