Ofreció su última conferencia de prensa en el edificio del Antiguo Ayuntamiento
Brindan ciudadanos alegre despedida a López Obrador como jefe de Gobierno
Música de mariachi, banda, marimba y tríos amenizó el acto ayer en el Zócalo
Ampliar la imagen L� Obrador saluda a las personas que acudieron a despedirlo ayer en su �a conferencia de prensa como jefe de Gobierno del Distrito Federal FOTO Ap Photo/ Marco Ugarte Foto: Ap Photo/ Marco Ugarte
Música de mariachi, banda, marimba y trío, aunada a las consignas, porras y aplausos de la gente, desplazaron ayer cualquier signo de aflicción, como el que se percibió hace poco menos de cuatro meses en el Antiguo Palacio del Ayuntamiento, el día previo al desafuero.
Minutos después de las 6 de la mañana llegó el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, al edificio virreinal, para su última conferencia de prensa.
Afuera, bajo los portales del inmueble y en la Plaza de la Constitución ya lo esperaban más de medio millar de personas de distintas organizaciones, como la Asamblea de Barrios, el Movimiento Autónomo Zapatista y la Casa del Pueblo, quienes lo recibieron coreando "¡Obrador! ¡Obrador!" y con porras.
Mientras el gobernante avanzaba entre la multitud, de la que se desprendían decenas de manos para arrojarle pétalos de flores o saludarlo, adentro, en el patio poniente del edificio, los mariachis comenzaron a rasgar las cuerdas de sus guitarras y a entonar la popular canción de José Alfredo Jiménez: "Yo sé bien que estoy afuera/ pero el día que yo me muera/ sé que tendrás que llorar...", al tiempo que decenas de trabajadores batían palmas y deseaban suerte a López Obrador, de camino a su oficina.
Unos cinco minutos después bajó para dirigirse a la sala de prensa Francisco Zarco, y con el Son de la Negra de fondo, seguido por Vamos a Tabasco, Juan Colorado y El aventurero, hizo un recuento de las mil 377 conferencias de prensa que se realizaron desde el 31 de mayo de 2001 en ese mismo atril.
"Decían que no íbamos a resistir lo del Paraje San Juan; luego, que nos iban a destruir con el escándalo de los videos, que no saldríamos adelante con lo del desafuero, y ahora la situación es distinta", señaló, y si bien admitió que no es lo mismo ser jefe de Gobierno que precandidato, afirmó que seguirá teniendo presencia una vez que emprenda su gira por el país, el próximo 11 de agosto.
Lejos se veía aquel 6 de abril pasado, cuando acusó a sus adversarios políticos de haberse dedicado a atacarlo en vez de trabajar, y se decía preparado para enfrentar cualquier adversidad, horas antes de enfrentar a los diputados que aprobaron su desafuero.
Ayer, interrogado sobre la posibilidad de que la Procuraduría General de la República reviva la averiguación previa por presunto desacato, recordó que hay un compromiso del presidente Vicente Fox.
-¿Confía en ese compromiso? -se le preguntó.
-Yo confío en que soy inocente -respondió.
López Obrador contestó, de 2001 hasta ayer, un total de 39 mil 117 preguntas y solamente faltó a la conferencia de prensa en 139 ocasiones: cuatro en 2001; 17 en 2002; 22 en 2003; 38 en 2004 y este año, con los 19 días que se ausentó del gobierno después de su desafuero, sumaron 58 días.
Pocas fueron las personas que lograron colarse al interior del edificio, entre ellas la señora Virginia Zaragoza, quien fracasó, sin embargo, en su intento de entregar al gobernante unas piedras de cuarzo que llevaba envueltas en una servilleta de papel, y aseguró que todas las noches reza al santo de su devoción para que cuide al jefe de Gobierno.
Antes de terminar su conferencia, el político tabasqueño se proclamó "paisano" de los habitantes de esta ciudad, y aprovechó para agradecerles su apoyo, y en lo que venga, en la campaña, dijo, serán los mismos ciudadanos los que decidirán. "Los quiero desaforadamente", reiteró, y cuando salió de la sala de prensa Francisco Zarco el mariachi volvió a cantar El Rey.