Usted está aquí: viernes 29 de julio de 2005 Capital Reabren a la circulación la remozada avenida Juárez

Viable para el país, el modelo de inversión aplicado en el DF: Slim y De la Fuente

Reabren a la circulación la remozada avenida Juárez

Firman López Obrador y el rector convenio de donación de un inmueble a la Universidad

KARINA AVILES Y ANGEL BOLAÑOS

Ampliar la imagen Aspecto de la avenida Ju�z remozada, donde uniformados de la SSP hacen valla desde Paseo de la Reforma hasta el Eje Central L�ro C�enas, durante la ceremonia de inauguraci�OTO Notimex Foto: Notimex

En la inauguración de la cuarta etapa del corredor turístico y cultural Paseo de la Reforma-Centro Histórico, con la reapertura de la avenida Juárez, y la evaluación de la nueva sede de la Cancillería, el empresario Carlos Slim Helú y el rector de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente, consideraron que el nuevo modelo de coexistencia de inversión pública y privada es el esquema económico que se debe expandir a todo el país, mientras que el jefe de Gobierno capitalino, Andrés Manuel López Obrador, señaló que estos trabajos de rehabilitación "tienen muchas aristas", una de ellas, la convergencia de capital público y privado.

En lo que fue su último día de actividades al frente de la administración capitalina, previo a su informe de labores hoy en el Auditorio Nacional, el mandatario capitalino señaló con franqueza, ante el titular de Relaciones Exteriores, Luis Ernesto Derbez, que "en muy pocas cosas" logró ponerse de acuerdo con el presidente Vicente Fox, de hecho, sólo en dos: la seguridad pública y el rescate del Centro Histórico.

Slim destacó que el recién construido edificio de la cancillería es un ejemplo de lo que llamó "un nuevo paradigma" de la asociación pública y privada que al generalizarse en el país podría romper las limitaciones presupuestarias y multiplicar por 15 o 20 veces la capacidad de inversión productiva nacional. Esto, sin generar desequilibrios en las finanzas públicas.

Explicó que el gobierno paga el edificio como una renta durante 20 años, de manera que sólo cargará alrededor de 5 por ciento, más el gasto financiero, lo que le permitirá contar con capacidad de realizar mayor inversión pública para atender otras prioridades.

Confió en que se puedan efectuar las reformas legales necesarias para impulsar este modelo, idea con la que coincidió el rector.

López Obrador resaltó que la inversión que se ha realizado para rescatar desde la fuente de Petróleos hasta el Zócalo, entre los sectores público y privado, asciende a 20 mil millones de pesos y apuntó que por cada peso que gastó su administración la iniciativa privada invirtió 20.

A diferencia del esquema usado en el edificio de la cancillería, la torre del TSJDF se financió desde su inicio con gasto público, así como los trabajos de infraestructura hidráulica, remodelación del arroyo vehicular, banquetas, mobiliario urbano, jardinería y alumbrado público, contando con el apoyo de las empresas Teléfonos de México (Telmex) y Luz y Fuerza del Centro (LyFC) para el cambio de las líneas de telefonía y energía eléctrica. Mientras que del sector privado resaltan las inversiones en la Torre Mayor y los hoteles Sheraton, y la plaza comercial Alameda, así como el complejo inmobiliario denominado Puerta Alameda, entre otros.

Previamente, acompañado de todos los integrantes de su gabinete, subsecretarios y directores generales, el gobernante encabezó el acto con el que se reabrió la avenida Juárez, en su tramo de Paseo de la Reforma hasta el Eje Central Lázaro Cárdenas, en el que se invirtieron 48 millones 410 mil pesos para cambiar la carpeta asfáltica por concreto hidráulico, cuyo tiempo de vida está garantizado para los próximos 70 años.

López Obrador caminó hacia la Plaza Juárez, cruzando por la capilla de Corpus Christi, la fuente central diseñada por el escultor Vicente Rojo, hasta el acceso del edificio de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), considerado, junto con la torre contigua del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, ejemplos de la arquitectura contemporánea mexicana, diseñados por el arquitecto Ricardo Legorreta.

Ahí lo esperaban el presidente del Grupo Carso y presidente del Consejo Consultivo del Centro Histórico, Carlos Slim Helú, el canciller Derbez y el rector De la Fuente, para la firma del convenio entre el GDF y la UNAM, mediante el cual el primero dona a la máxima casa de estudios la torre mayor de Tlatelolco y anexos, que desocupará la SRE, para erigir allí el Centro Cultural y de Congresos Universitario Tlatelolco, que albergará el Memorial del 68.

En su discurso, De la Fuente señaló que en este nuevo complejo cultural se rendirá homenaje a todos los que en 1968 "abrieron de manera definitiva las puertas democráticas para México", y en una breve reflexión resaltó la importancia de que en estos tiempos "complejos y convulsos" los actores gubernamentales y de la sociedad hayan sumado voluntades para extender los beneficios de la cultura en una zona que, como la de Tlatelolco, no ha llegado con la intensidad que se quisiera.

El canciller Derbez expresó que el cambio de sede de la SRE es muy significativo, ya que durante 40 años la sede de Tlatelolco fue testigo de la firma de importantes tratados, como el de la proscripción de armas nucleares en América Latina. Tlatelolco, dijo, "es hoy sinónimo de política exterior mexicana", por lo que la nueva torre en la Plaza Juárez, que será inaugurada a finales del año, recibirá el nombre de edificio Tlatelolco.

 
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