Usted está aquí: viernes 29 de julio de 2005 Política Se agravan las fricciones entre taxistas piratas y autorizados en el aeropuerto

Las autoridades de la terminal aérea permanecen indiferentes ante la crisis

Se agravan las fricciones entre taxistas piratas y autorizados en el aeropuerto

Se sabe que el transporte oficial en el AICM mueve anualmente unos $200 millones

TRIUNFO ELIZALDE

Choferes de taxis autorizados para atender a los viajeros que llegan al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) manifestaron su descontento porque las autoridades aeroportuarias han permitido que el transporte pirata gane terreno, lo que además de restarles fuentes de trabajo pone en riesgo la seguridad de los usuarios de la terminal aérea.

Miembros del sitio 300 manifestaron que las autoridades del AICM se "lavan las manos en vez de atacar el problema" y argumentan que la situación está fuera de su control.

Ante la revelación hecha el miércoles por el comandante de la Policía Auxiliar comisionada en el AICM, Carlos Augusto López Ramírez, de que en los 30 días recientes ese cuerpo de seguridad ha sorprendido y aprehendido a "choferes piratas" que trabajan en determinados puntos del aeropuerto, los trabajadores del volante oficiales aseguraron que "es motivo de preocupación, tanto por las ganancias que dejamos de percibir como porque si algo les sucede a los pasajeros, ya sea que los asalten o secuestren, las consecuencias son para todo nuestro gremio".

Reacios a revelar los nombres de los responsables de esa situación, los choferes del sitio 300 consultados por La Jornada se limitaron de decir que "en ese negocio están coludidos algunos de nuestros líderes (del sitio 300) y funcionarios del aeropuerto que tienen que ver con los servicios de taxis autorizados, lo cual nos resulta obvio por ser un problema de años que nadie ha querido resolver".

Por lo que se refiere a los dirigentes de la organización Taxistas Agremiados para el Servicio de Transportación Terrestres, Hugo Guerrero Meléndez y Enrique Salinas Banda, presidente y secretario general, respectivamente, en las ocasiones en que se les ha solicitado una entrevista la respuesta siempre es negativa, pues, según dicen sus secretarias, "están en reuniones de trabajo o fuera de la oficina".

Cabe señalar que el sitio 300 -que cuenta con cerca de mil 100 unidades y goza de una concesión monopólica otorgada por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, prácticamente por tiempo indefinido, ya que no se conoce fecha de caducidad- maneja de manera exclusiva entre 190 millones y 200 millones de pesos anuales por la venta de más de 2 millones de boletos que adquieren los pasajeros para ser trasladados a sus domicilios o a otros lugares del Distrito Federal y de ciudades como Cuernavaca, Puebla, Querétaro, Toluca y Pachuca, recursos de los que sistemáticamente los citados dirigentes se niegan a hablar.

Enrique González González, cuando era director general de la AICM, hizo saber que el Grupo Aeropuertario de la Ciudad de México, "con la autorización de la Secretaria de Hacienda", decidió entregar en exclusiva al sitio 300 la administración del dinero que el GACM recibía por la venta de boletos. Fue entonces cuando se conoció que el monto acumulado anual era superior a 185 millones de pesos, de los cuales al aeropuerto se entregaba 14 por ciento en calidad de "comisión", equivalente a entre 24 y 26 millones de pesos. El resto, incluidos los impuestos, es manejado desde entonces por la citada organización, que se niega a informar sobre el tema.

 
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