Entrevista a FRANCISCO TOLEDO, ARTISTA Y PROMOTOR CULTURAL
Los menos idóneos para rediseñar centros históricos son los burócratas
Cada generación destruye y construye en las ciudades, dice
La rehabilitación del Centro Histórico de la capital de Oaxaca ha propiciado enconos y protestas contra el gobierno local. Ante esa realidad, lo prudente es debatir los proyectos para evitar controversias desgastantes
Ampliar la imagen Francisco Toledo en Cholula, Puebla, durante la protesta en mayo pasado, cuando se sum�otros activistas para impedir el retiro del adoqu�en el z�o de esa ciudad. Ahora, en Oaxaca, llama a dialogar para evitar confrontaciones respecto de la preservaci�el patrimonio hist�o FOTO Jos�asta�s Foto: Jos�asta�s
Oaxaca, Oax., 27 de julio. Francisco Toledo cuestiona la falta de sensibilidad de las autoridades en lo concerniente a la rehabilitación del Zócalo de la capital oaxaqueña, pues afirma que ''los burócratas son los menos adecuados para rediseñar espacios de este tipo".
No obstante, reconoce que la sustitución de las bancas de concreto, recientemente construidas, por las originales de hierro, es una muestra de apertura del gobierno, como respuesta a la inconformidad de diversos sectores de la sociedad oaxaqueña, que se logró a raíz de una reunión que sostuvo con el gobernador Ulises Ruiz, el lunes pasado.
En entrevista con La Jornada, Toledo reitera su propuesta de crear un consejo consultivo, integrado por especialistas de diversas disciplinas para evaluar, de manera conjunta con las instancias gubernamentales, los proyectos relacionados con modificaciones y restauraciones en el Centro Histórico oaxaqueño.
De esa manera, aseguró, ''podrán discutirse sus propuestas y dejarnos de estos pleitos que tanto cansan, pero que venden mucha prensa. La idea es dialogar antes de emprender proyectos como éste, que pueden causar tantas controversias".
Publicidad nociva en exceso
-En 2002 aseguró usted que el Zócalo de Oaxaca estaba abandonado. ¿Mantiene esa visión?
-Es el lugar más conflictivo de Oaxaca, porque allí se hacen plantones y siempre está asediado por ambulantes, chachacualeros, como los llamamos aquí. Seguramente me refería a ese tipo de abandono, no lo recuerdo bien.
''Ha habido muchas agresiones al Zócalo. Es un lugar con mucha basura. Lo último es el cierre de un portal, un espacio de tránsito público por el que ahora ya no puede caminarse sólo por la determinación del dueño de un inmueble.
''Por otro lado, los restauranteros se han extendido con sus sillas cada vez más, al grado que al rato llegarán hasta el quiosco. Todo eso es lo que en un momento dije sobre el abandono.
''Otra cosa que me irrita es que después de remodelaciones se ha colocado propaganda indiscriminada de refresqueras y cerveceras, como inflables del tamaño de la catedral. Hay un gran desorden, un poco propiciado por las autoridades del municipio que no respetan las reglas que ellas mismas han impuesto.
''La administración municipal y el Instituto Nacional de Antropología e Historia tienen ordenamientos muy específicos sobre la publicidad, pero que no se aplican. No se siguen las reglas de conservación del Centro Histórico. La presencia de publicidad es altamente nociva."
-¿Considera entonces que el proceso de restructuración debe plantear también un reordenamiento legal?
-Hablo de otro tipo de intervención. Ya esta normado, no hay que hacer nuevas leyes. Lo único es respetarlas.
''En el Centro Histórico se abren cada vez más bares y cantinas, no estoy en contra de ellos, sin embargo, deben ceñirse a las leyes. Tienen horarios definidos, no deben permitir el acceso a jóvenes, y nada de eso se respeta. Debería haber un poco más de orden.''
Nada de rigidez
-¿Cuál es su opinión sobre estos trabajos de remodelación?, ¿armonizan con el entorno arquitectónico, histórico y cultural?
-No soy experto, aunque tengo un gusto y un parecer que puedo externar. Los centros históricos, al igual que las ciudades, nunca se quedan fijos. Cada generación destruye y construye.
''Todos los centros humanos son vivos hasta que se descubre que son una joya y ya no se puede construir más. Hay lugares, como Italia, donde la modernidad ha podido dejar su sello en algunos edificios.
''Son proyectos muy certeros, de arquitectos modernos con ideas propositivas; tienen el genio y hacen maravillas.
''Recuerdo que cuando se estaba reconstruyendo el ex convento de Santo Domingo, algunos arquitectos cuestionaron que no se hiciera una propuesta más moderna.
''Se mencionó el ejemplo de un museo maravilloso en Italia, cuyo proyecto es un modelo de intervención, y se propuso hacer algo como allá.
''Sin embargo, pregunté dónde estaba un arquitecto mexicano que pudiera hacer algo así, a lo cual tuvieron que reconocer que no lo hay.
''Pienso que en cuestiones de remodelación se puede o no respetar. No hay que ser tan rígidos. Soy en el fondo un artista contemporáneo, pero no sabría qué artista puede meter la mano. Lo cierto es que los burócratas son los menos adecuados para hacer y rediseñar espacios de este tipo.
''Lo que proponemos es crear un consejo consultivo integrado por eminencias en arquitectura, historia y otras disciplinas, que estén más cerca de los burócratas, claro, sin menospreciarlos, y así poder discutir sus propuestas y dejarnos de estos pleitos que tanto cansan, pero que venden mucha prensa.
''Lo ideal sería dialogar antes de emprender proyectos que pueden causar tantas controversias."
-Es decir, ¿las autoridades han carecido de sensibilidad?
-Así había sido hasta que aceptaron reponer las bancas originales. Con eso se demostró que ha habido una apertura.
''Creo que la sociedad aplaude este gesto, porque siente que gana un punto. Más cuando estamos acostumbrados a que el gobierno siempre gana o lo impone todo.
''Reconozco, pues, que tuvieron un poco de flexibilidad y aceptaron cambiar las bancas de concreto por las originales de hierro forjado.
Disparidad de criterios
-Muchos grupos civiles han quedado confrontados a raíz de esta remodelación.
-Es normal. Hay disparidad de criterios, sensibilidades diferentes, envidias, rivalidades; a veces son pintores contra pintores. No es fácil llevar a la gente por un solo camino. Este problema se complicó por la intromisión del Partido Convergencia, los pleitos entre periódicos locales. Entrar en este asunto era como entrar a un avispero. Al parecer ahorita ya se están asentando las aguas, ahora a ver qué hacemos.
-¿Considera entonces que no se ha atentado contra el patrimonio con estas obras en el Zócalo?
-La cuestión del patrimonio es muy amplia. Por ejemplo, aunque a mí no me guste, no puedo avalar que quiten el quiosco, porque está ligado con historias personales y la parte afectiva tampoco puede borrarse. Hay cosas que sí deberían quitarse, pero no soy quién para decidirlo.
-Sin embargo, sus continuas luchas en defensa del patrimonio cultural y ecológico lo hacen una voz autorizada, un referente.
-Claro que estoy comprometido. Por ejemplo, para los asuntos que tienen que ver con dineros, hemos propuesto una ley de transparencia. No sé qué más compromiso quieren. No voy a colgarme ni a amarrarme de un árbol; ya no puedo, no estoy en edad.
''Cargar una banca -para llevarla al Zócalo- me dejó inmovilizado del brazo tres días. Los jóvenes quieren participar, amarrarse, cantar, que lo hagan, pero que no exijan a los viejos seguir su mismo trote. Yo estoy cansado, estoy aburrido.''