Existe un arreglo y se va a respetar, asegura directivo de BBVA Bancomer
Jurídicamente imposible, reabrir el tema del rescate bancario
El pasado 30 de junio el IPAB amortizó en efectivo 4 mil 370 millones de pesos de un pagaré del Fobaproa emitido en 1995, informó el director de contraloría de ese banco español
Para BBVA Bancomer, el principal grupo financiero extranjero entre los que operan en México, una nueva investigación del rescate bancario es ''jurídicamente imposible''.
''No hay duda que existe un arreglo que se va a respetar'', dijo en una conferencia de prensa Oscar Cabrera Izquierdo, director de contraloría y finanzas de la filial en México del banco español. Para el directivo, las auditorías realizadas el último año por el Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB) a los apoyos que recibieron Banamex, el propio Bancomer, Banorte y HSBC, antes Bital, durante el rescate bancario, y cuyos resultados fueron dados a conocer hace unas semanas, constituyeron el punto final de la controversia.
Para el gobierno federal y los bancos involucrados, el tema del rescate del sector constituye un capítulo cerrado, sobre todo a partir del resultado de las auditorías realizadas a petición del IPAB por despachos privados. En la conferencia de prensa, el directivo de BBVA Bancomer fue interrogado sobre la posibilidad de una nueva investigación, como ha planteado el precandidato presidencial Andrés Manuel López Obrador.
''Desde el punto de vista jurídico, es un tema cerrado, eso es evidente'', comentó Cabrera Izquierdo. ''No hay duda que es un arreglo que se va a respetar. Si está cerrado por la vía jurídica, no veo la forma en que se abra'', añadió.
Tan está cerrado el tema, desde el punto de vista de los participantes del sector financiero, que la liquidación de los pagarés del rescate bancario, emitidos por el gobierno del presidente Ernesto Zedillo sin la autorización del Congreso, comenzó a realizarse.
En la conferencia de prensa, Cabrera Izquierdo informó que el IPAB amortizó en efectivo el 30 de junio pasado el principal de un pagaré emitido en 1995 por el Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa) por 4 mil 370 millones de pesos.
La cantidad corresponde al saneamiento de lo que fue Bancomer, institución propiedad en 100 por ciento del español BBVA.
Cabrera Izquierdo informó, en otro tema, que en el primer semestre del año BBVA Bancomer logró una utilidad neta de 5 mil 391 millones de pesos, cantidad que representó un incremento de 28 por ciento en comparación con el mismo periodo de 2004.
De esta manera, la filial en México se consolidó como una de las más importantes del grupo español. La operación en México aportó a BBVA el equivalente a 561 millones de euros, 31 por ciento de las utilidades del consorcio, que fueron de mil 831 millones de euros en el primer semestre de este año.
De sus operaciones en América Latina, BBVA obtuvo en el primer semestre del año una utilidad de 823 millones de euros, lo que representa que en la región su filial en México genera 68 por ciento de las ganancias.
Las ganancias en México, según informó Cabrera Izquierdo en la conferencia de prensa, se derivaron sobre todo de los ingresos generados por una expansión del crédito. De junio de 2004 al mismo mes de este año, la cartera de crédito vigente de BBVA Bancomer creció en 84 mil 673 millones de pesos, hasta alcanzar 232 mil 804 millones, lo que representó un repunte de 57 por ciento.
En el primer semestre de este año, el banco cobró por comisiones 680 millones de pesos, que equivalen a 12 por ciento de sus ganancias en el periodo.
''El crecimiento del banco no está basado en el cobro de comisiones, sino en la intermediación de recursos y el crédito'', aseguró el directivo.
Cabrera Izquierdo anunció que en el tercer trimestre de este año BBVA Bancomer colocará una parte de su capital en la Bolsa Mexicana de Valores, de donde salió hace un par de años después de que los inversionistas españoles se hicieron con el control del banco. Esa salida de la bolsa fue criticada, en su momento, por Guillermo Ortiz Martínez, gobernador del Banco de México, por el hecho de que el público y las autoridades perderían una fuente de información sobre una institución relevante del sistema financiero.