CIUDAD PERDIDA
López Obrador: fin de una etapa
La marca de un gobierno polémico
La conciencia ciudadana
ESTE DIA se inicia la última semana del ejercicio de uno de los gobiernos que, se diga lo que se diga, será uno de los más recordados por las diferencias que estableció respecto de todos los que le han precedido, cuando menos en los 25 años recientes.
A CONTRACORRIENTE, porque se ubicó en el momento de mayor fuerza del neoliberalismo, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador termina enmedio de la polémica y deja una ciudad totalmente diferente, en muchos sentidos, a la que encontró al inicio de este siglo.
SON MUCHAS y valiosas las obras que a partir del gobierno actual han cambiado el rostro del Distrito Federal, pero tal vez el logro más importante esté en el papel que jugó la gente durante este ejercicio.
A PESAR de las críticas, algunas de buena fe y otras con muy mala leche, se apostó por abrir las puertas a la ciudadanía, a las expresiones reprimidas de los habitantes de la ciudad, y por restar importancia a las interpretaciones que los supuestos representantes políticos hicieron de las necesidades de la población durante mucho, mucho tiempo.
SE CAMINO, entonces, por el filo de la navaja. Siempre lento, atrasado, el PRD no significó, por más que se diga, la red de protección partidista que requiere un gobernante en un trance tan intrincado como el de gobernar una de las ciudades más pobladas del mundo.
AUN ASI, poco se hizo por escuchar a los controladores de la política y se detectaron las carencias, las urgencias de una ciudad que se ahogaba sin escuelas públicas que dieran un respiro a las sobresaturadas escuelas de siempre, que se debatían entre la educación para quienes tienen para pagarla y los que tendrían como única alternativa la ignorancia.
SE USO el dinero de quienes son beneficiados por el empleo o los negocios y de quienes pagan impuestos para devolver la dignidad de ser humano a quienes la sociedad de consumo considera despojos, y se equilibró la balanza con la construcción de las vías que permitieran el tránsito rápido para muchos de aquellos cuyo valor social se sustenta en cuatro ruedas.
PERO EN todo esto los operadores políticos no pudieron meter las manos, por el contrario, todos, de un lado y de otro, se vieron marginados de los beneficios clientelares que por siempre les habían dejado las acciones de gobierno.
ELIMINADOS LOS intermediarios, los dineros rindieron para otras obras tan necesarias como las que se han mencionado aquí, pero causaron el enojo y el desasosiego de quienes han vivido de sacar provecho de lo que es su obligación realizar.
PERO EL logro más importante fue la conciencia que la población ha adquirido al enfrentar al poder total, al decidirse a protestar por la imposición injusta y al tomar fuera de los partidos y las organizaciones no gubernamentales, e incluso de las ofertas marginales que embozadas y hasta frívolas buscan someterla, el camino de clamar por sus urgencias al apoyar a quien ellos creen que tiene la posibilidad de interpretarlos para bien.
NO, DESPUES de este sexenio la ciudad de México no será la misma, ni en lo interno ni en el exterior. Las calles, muchas de ellas, ya no son las mismas, pero la gente tampoco.
AL FINAL de esta semana laboral terminará la gestión de López Obrador. Los analistas de la historia tendrán mucho trabajo por lo polémico de su gobierno y dentro de muy poco se sabrán los primeros resultados del juicio del tiempo, pero esto que ya acaba puede ser el principio de lo mismo, pero a nivel nacional.
Agradecido
AGRADECEMOS PROFUNDAMENTE a quienes preguntaron por la suerte de este espacio durante los días que Ciudad Perdida no apareció. Aquí seguimos, después de un periodo de vacaciones. Gracias, otra vez.