UNA PERLA DE LA CORONA

Con un perfil orientado primordialmente a la banca de menudeo, BBVA Bancomer, la filial mexicana del consorcio español Banco Bilbao Vizcaya Argentaria, es el banco más grande del sistema.

La consolidación de BBVA no estuvo exenta de escándalos, como la investigación de sus operaciones en América Latina por la Fiscalía Anticorrupción de España en 2001, bajo sospechas de lavado de dinero en la compra de los bancos mexicanos Mercantil Probursa y Bancomer, cargo finalmente desestimado.

La indagatoria se abrió en el marco del enjuiciamiento a 22 altos directivos del Banco Bilbao Vizcaya (BBV), entre ellos su ex presidente Emilio Ybarra, por el desvío de casi 20 millones de euros a cuentas secretas en Suiza y otros países europeos para crear sus propios fondos de pensiones.

La franquicia mexicana de BBVA comenzó a perfilarse en mayo de 1995, durante la crisis bancaria, cuando el entonces BBV compró 70 por ciento de Multibanco Mercantil Probursa al accionista principal José Madariaga Lomelín, por 350 millones de dólares, la primera adquisición de una parte de un banco mexicano por una institución extranjera.

Meses después compró la red de sucursales de Banco del Oriente y Banca Cremi en 160 millones de pesos, y en junio del 2000, luego de una cerrada pugna con Banamex, adquirió en 2 mil 500 millones de dólares 40 por ciento de Grupo Financiero Bancomer, entonces el segundo banco más importante de México que, por su parte, había comprado Banca Promex y Banca Unión.

En enero de ese año, por la fusión con el también español Argentaria, se había convertido ya en BBVA, cuyo presidente era Francisco González. En los dos años siguientes, mientras se expandía hacia América Latina, logró el control de todo Bancomer, con una inversión global que ronda 8 mil 124 millones de dólares.

Los dueños de los bancos locales fusionados, como Madariaga Lomelín y Eugenio Garza Lagüera, no desaparecieron de escena, sino que, además de las ganancias obtenidas por la venta, participan como accionistas minoritarios.

 Franquicia muy rentable

Dirigida primero por los españoles Vitalino Nafría y, desde enero de 2003, por Jaime Guardiola, la filial mexicana de BBVA se ha convertido en la más rentable del grupo global. Con mil 672 sucursales en el país y 10 millones 586 mil 63 cuentas, BBVA Bancomer controla 28 por ciento del mercado, representa 28 por ciento de las utilidades de la casa matriz y 70 por ciento de sus ganancias en la región. Concentra 17 por ciento de sus activos y 26 por ciento de sus clientes.

De acuerdo con reportes del consorcio, desde su creación en 2000, la filial mexicana ha reportado a BBVA utilidades por casi 2 mil 500 millones de dólares y su contribución a los ingresos totales llegará en breve a 30 por ciento.

Un análisis de la calificadora internacional Moody's la define como la franquicia bancaria más grande de México, con un núcleo de fondeo estable y barato, derivado de su orientación hacia la banca de menudeo.

Precisa que la filial encabeza el segmento de crédito al consumo mediante tarjetas, créditos automotores y personales, y es muy fuerte en el área de seguros. En créditos corporativos tiene una participación de 20 por ciento del mercado.

Con esa base en el mercado, BBVA ha comenzado a diversificar sus negocios en México. El año pasado adquirió por 375 millones de dólares Hipotecaria Nacional (Hipnal), la principal sociedad financiera de objeto limitado (Sofol) hipotecaria del país.

"La Sofol hipotecaria tiende a complementar las actividades de crédito del banco, particularmente en el sector de vivienda de bajos ingresos, un área tradicionalmente desatendida por BBVA Bancomer", indica un reporte de Moody's.

La compra de Hipnal abrió el camino para otro rubro de negocios del gigante español, el de la construcción, en el que con su inmobiliaria Anida construye un complejo residencial de 325 departamentos de lujo en la exclusiva zona de Santa Fe, en sociedad con la firma mexicana Parque Reforma.

Universalización, la estrategia

La diversificación de BBVA incluye el lucrativo negocio de las remesas desde Estados Unidos, que en 2004 fue de 16 mil millones de dólares y que, según previsiones oficiales, superará 20 mil millones este año. En este terreno, BBVA es el líder indiscutible, con una participación de 40 por ciento del mercado, que controla con su subsidiaria Bancomer Transfer Services.

La franquicia no sólo fue la punta de lanza de BBVA para incursionar en América Latina, sino también en Estados Unidos donde ya adquirió el Laredo Nacional Bancshare (LNB), de Texas, que perteneció a la familia Hank Rhon, y el Valley Bank, de California, que son, en palabras del presidente de la firma, Francisco González, los primeros pasos de una fuerte expansión del grupo en ese país.

El LNB es una empresa consolidadora que incluye dos bancos: el Laredo Nacional Bank, el South Texas National Bank y una firma especializada en hipotecas, Homeowners Loan Corporation, con autorización para operar en 49 estados de EU.

También está en Puerto Rico, mediante el BBVA Puerto Rico, el quinto banco más importante del sistema de la isla, y este año volvió la mirada hacia Europa, concretamente a Italia, donde presentó una oferta pública de adquisición de acciones sobre la Banca Nazionale del Lavoro (BNL), a la que renunció el viernes pasado ante la oposición de un núcleo fuerte de los inversionistas italianos, cuyo resultado está por conocerse.

El informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe sobre inversión extranjera directa en la región da cuenta de la expansión, al señalar que si bien durante 2004 y en el bienio siguiente la inversión del BBVA en la región representará más de 42 por ciento de sus ingresos anuales, ninguno de los principales países de destino de las nuevas inversiones es latinoamericano. "China, Reino Unido, Estados Unidos e India aparecen encabezando la captación de nuevas inversiones", precisa  §