En grandes cantidades su principio activo favorece la implantación del óvulo fecundado
Estudios sustentan acción preventiva de la píldora de emergencia: expertos
Las investigaciones confirman que carece de efectos cuando ya hay embarazo, señalan
Ampliar la imagen Cientos de investigaciones demuestran que los efectos de la anticoncepci�e emergencia es de car�er preventivo, no abortivo FOTO La Jornada Foto: La Jornada
La anticoncepción de emergencia (AE) surgió en los años 70 como alternativa para prevenir embarazos no deseados y desde entonces su efectividad ha sido verificada con más de 300 estudios avalados por la Administración de Alimentos y Medicinas (FDA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos. Las investigaciones también han certificado que la pastilla no es abortiva.
Inclusive, en 1997, la FDA invitó a nuevos fabricantes de píldoras del día siguiente, a que registraran sus productos y en 2003 autorizó que el medicamento se vendiera en Estados Unidos sin receta médica.
Actualmente se emplea en más de 70 países -varios de América Latina y el Caribe- como opción anticonceptiva. También los servicios de salud católicos de Estados Unidos autorizan la AE en mujeres víctima de violación.
En México, la inclusión de la AE en la norma oficial mexicana (NOM) sobre los servicios de planificación familiar estaba lista desde 1999, pero su publicación fue detenida por grupos conservadores, lo que un año después se empalmó con el proceso electoral federal.
Ya en el sexenio foxista, la Secretaría de Salud (Ssa) retomó el proceso de reforma de la NOM, se hicieron algunas actualizaciones al proyecto de 1999 y se convocó a los grupos opositores a presentar evidencias sobre la supuesta actuación de la AE en la interrupción de embarazos.
Las únicas dos referencias bibliográficas que los organismos conservadores entregaron fueron revisadas por expertos del Sistema Nacional de Investigadores (SIN), miembros de las academias Nacional de Medicina y de Ciencias, quienes determinaron que los documentos carecían de peso científico porque tenían deficiencias metodológicas.
Los representantes de dependencias gubernamentales y organizaciones de la sociedad civil que participan en el Grupo Interinstitucional de Salud Reproductiva sostuvieron varias reuniones de trabajo en las que analizaron los aspectos técnicos, científicos y legales de la AE, y hasta que hubo consenso entre todos se decidió publicar la actualización de la NOM en el Diario Oficial, lo que ocurrió el 21 de enero de 2004.
Aunque la jerarquía de la NOM está por debajo de leyes y reglamentos, un proceso de reforma o actualización requiere de mucho tiempo y trabajo, señalaron miembros del grupo interinstitucional, quienes descartaron que la embestida de la Iglesia católica, grupos conservadores y el secretario de Gobernación, Carlos Abascal, en contra de la AE, pudiera tener alguna consecuencia negativa sobre los derechos a la salud sexual y reproductiva de los mexicanos.
Además, resaltaron que la AE existe desde mucho antes de que se actualizara la NOM, porque su mecanismo de acción se puede obtener con dosis más altas y específicas de las pastillas anticonceptivas tradicionales, mismas que forman parte del cuadro básico de medicamentos.
La verdadera innovación es que ahora la AE está disponible en una sola pastilla con la dosis exacta que se requiere de la sustancia levonorgestrel para evitar el embarazo. El proceso de incorporación de la pastilla como otro método anticonceptivo concluyó el pasado 11 de julio cuando el Consejo de Salubridad General la incluyó en el cuadro básico y catálogo de medicamentos del sector salud.
El perfil de seguridad del levonorgestrel, sus características farmacocinéticas y farmacodinámicas, indicaciones clínicas y terapéuticas son ampliamente conocidas y en ningún caso están catalogadas como abortivas.
Ese principio activo es una progestina sintética, derivada de la progesterona natural, la cual es la hormona esencial para sostener el embarazo. De hecho, en problemas de infertilidad se utiliza en grandes cantidades para favorecer la implantación del óvulo fecundado. En cambio, usado en dosis recomendadas para anticoncepción de emergencia, nunca ha demostrado cambios endometriales morfológicos o bioquímicos, resalta información oficial de la Ssa.
Las investigaciones científicas, que ya se cuentan por cientos, han verificado que la AE no daña la salud de las mujeres y si se administra después de la fecundación tampoco puede alterar la implantación del óvulo en el endometrio.
La píldora del día siguiente tiene tres mecanismos de acción: previene la ovulación, interviene con el transporte espermático e impide la fertilización del óvulo por el espermatozoide.
Integrantes del grupo interinstitucional recordaron que el tiempo que tarda en realizarse la unión del óvulo y el espermatozoide (fertilización) depende de la etapa en que se encuentre el ciclo de la mujer, y oscila de uno a seis días después de una relación sexual; la implantación del óvulo fecundado sucede en promedio de ocho a 11 días después de la fertilización.
Así, advirtieron, debido a que el efecto de la píldora de emergencia para prevenir el embarazo se logra antes de 72 horas después del coito, es evidente que no funciona como abortivo. No se indica después de un retraso menstrual o en caso de sospecha de un embarazo, porque en esos casos no tiene ningún efecto.
Todavía más: si la AE actuara para impedir la implantación del óvulo fecundado, debería ser efectiva hasta una semana o dos después de la relación sexual, lo cual no sucede, resaltaron.
Los estudios que se han publicado en revistas científicas de prestigio internacional también corroboran la ausencia de efectos colaterales que pongan en riesgo la salud de la mujer y el producto, cuando el embarazo ya existe.