El clima, riesgo político que amenaza a Argentina
A toda máquina hacia la oscuridad
El gobierno del presidente Néstor Kirchner ha equivocado el camino para resolver la crisis energética que amenaza a Argentina.
Como cuenta con altas calificaciones de riesgo crediticio y un cómodo superávit presupuestal, el presidente Kirchner podría obtener lo que quisiera. Pero quizás el mayor riesgo político que enfrentará este año es algo que jamás podrá controlar: el clima. Un fin de semana de junio la temperatura cayó hasta 5 grados Celsius en Buenos Aires. Los usuarios subieron el control de la calefacción y los dueños de casi 300 estaciones de servicio se quedaron sin combustible que vender. Una treintena amenazaron con presentar demandas luego de que los dejaron sin gas. El frente frío pasó pronto, pero Argentina sigue en peligro de enfrentar una crisis energética.
Después de la década de los 90, cuando firmas extranjeras invirtieron alrededor de 50 mil millones de dólares en el recién privatizado sector energético, los argentinos se acostumbraron a contar con electricidad y calefacción. Pero durante la crisis económica de 2001-2002 el gobierno convirtió los precios denominados en dólares a pesos devaluados y ha mantenido congeladas las tarifas desde entonces.
Muchas compañías salieron del país cuando sus utilidades se desplomaron y se vieron imposibilitadas para pagar las enormes deudas que habían contraído, mientras las que se quedaron no pudieron conseguir capitales frescos. Como resultado, las inversiones dejaron de fluir y los precios máximos fijados por el Estado fueron un incentivo para consumir en exceso el combustible artificialmente barato.
Aunque el gobierno insiste en que tiene recursos más que suficientes para evitar una escasez grave de energéticos este año y el siguiente, las soluciones de corto plazo únicamente agravarán la falta de capacidad instalada. A menos que las inversiones crezcan rápidamente y se contenga la demanda, 2007, año en que Kirchner espera relegirse, podría ser un año de apagones, señala Luis Sbértoli, presidente de SIGLA, una firma consultora del sector energético.
Con la inflación muy por debajo de los preocupantes niveles de comienzos del año y con un balance fiscal sólido, el riesgo de una nueva crisis económica en Argentina es muy pequeño. Pero de acuerdo con Daniel Montamat, ex ministro de energía, la economía, que creció alrededor de 9 por ciento tanto en 2003 como en 2004, necesitará una inversión anual de 2 mil 200 millones de dólares en el sector energético para mantener un crecimiento de apenas 3 por ciento, y 3 mil 500 millones de dólares al año si se busca un crecimiento sostenido de 5 por ciento. De cómo trate a los inversionistas privados en los próximos meses dependerá que las luces se apaguen o no.
(EIU / Traducción: David Zúñiga)