Usted está aquí: miércoles 20 de julio de 2005 Política Prescriben delitos cometidos por Ríos Galeana en Hidalgo

Las autoridades de esa entidad no lo reclamarán, dicen

Prescriben delitos cometidos por Ríos Galeana en Hidalgo

CARLOS CAMACHO CORRESPONSAL

Pachuca, Hgo., 19 de julio. Los delitos cometidos en Hidalgo durante la década de 1980 por Alfredo Ríos Galeana -homicidio, robo, asalto, asociación delictuosa y portación de arma prohibida-, considerado entonces el enemigo público número uno, han prescrito y en consecuencia las autoridades judiciales no reclamarán al aprehendido, quien ingresó al Centro de Readaptación Social (Cereso) de Pachuca el 3 de septiembre de 1981 y se evadió el 19 de diciembre de 1982.

De acuerdo con la juez segunda penal de Pachuca, Sandra Barrones Castillo, no se podría procesar al delincuente, cuyo expediente está radicado bajo la causa penal 194-81. Por el delito más grave, el de homicidio, la prescripción ocurrió 15 años después de cometido el delito, por lo que el expediente del delincuente se irá al archivo definitivo.

El director del Cereso de Pachuca, Cuauhtémoc Granados Díaz, explicó que de acuerdo con el expediente número 1284, Alfredo Ríos ingresó al penal el 3 de septiembre de 1981 junto con sus cómplices Gabriel García Chávez y Yadira Berver Ocampo, procesados por los delitos de asalto, robo, asociación delictuosa, amenazas y portación de arma prohibida, en agravio de las sucursales de Bancomer de Tula de Allende y Tepeji del Río, según la causa penal 194/1981.

En el mismo expediente aparece la fecha de evasión del penal, el 19 de diciembre de 1982.

Flaviano Hernández Hernández, custodio del Cereso durante 25 años, recordó que el día en que se efectuó la fuga estaba franco, pero sus compañeros le contaron los hechos y recordaron que la noche del 19 de diciembre Alfredo Ríos y sus cómplices alcanzaron la malla perimetral, que cortaron con unas pinzas, se arrastraron sobre unos matorrales, llegaron a un muro de concreto de cinco metros de altura y con un tubo -que Ríos Galeana usaba para hacer ejercicio- atado con un lazo lograron saltar la barda.

Pese a la movilización y la orden de capturarlos "vivos o muertos", nunca se logró el objetivo.

Ríos Galeana, recordó el celador, era un hombre como de 35 años, alto, atlético, muy dado a caminar solo. Era muy serio, no platicaba con nadie; los demás internos lo miraban con recelo.

El custodio afirma que cuando recapturaron a Ríos Galeana, quien se había realizado un cirugía plástica, su media filiación "es casi la misma. En cuanto lo vi en los noticieros de televisión, de inmediato lo reconocí", indicó.

 
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