ASTILLERO
Zozobra
Indignación selectiva
¿Civismo o politiquería?
EL SECUESTRO DEL entrenador Rubén Omar Romano fortalece la campaña mediática que pretende endosar a un solo destinatario electoral la justificada irritación ciudadana por esos raptos que tienen origen e incumbencias diversas. Fuese una coincidencia dentro del vasto universo de operaciones delictivas que se dan en la ciudad de México, o una definida operación proveniente de los sótanos de poderes federales presentes o pasados, el ataque contra el técnico futbolístico argentino potencia el esquema de indignación inducida que está desplegando la organización México Unido contra la Delincuencia en contra de uno solo de los factores que tienen responsabilidad en el proceso de descomposición nacional del que el fenómeno capitalino de los secuestros es una parte.
LA EXHIBICION DE casos estremecedores pareciera buscar más la exacerbación de ánimos como la revancha o la maledicencia, aunque ni los tiempos ni las circunstancias sean propicios para conseguir algo más que la deturpación de un personaje tabasqueño seleccionado. Ya que el innombrado blanco de sus anuncios dejará en pocos días el cargo por cuyo desempeño se le critica, los opositores con pocos recursos o sin dobles intenciones podrían concentrar sus esfuerzos en prepararse en función de un relevo de mandos capitalinos, pero en cambio se ha preferido un bombardeo mediático con la vista puesta en las próximas elecciones presidenciales más que en el futuro inmediato del Distrito Federal. Es válido gritar contra el jefe de Gobierno capitalino porque no pudo contener el ascenso de la delincuencia, y porque ha cometido errores en el manejo de los cuerpos policiales y se ha aferrado grotescamente a estadísticas propias para alegar éxitos contra la delincuencia que chocan feamente con la realidad. Pero esos afanes de valentía y denuncia quedan incompletos y se acercan más a lo electoral que a lo netamente cívico cuando no se extienden a otros personajes que dañan a la sociedad y con sus abusos y raterías multiplican las condiciones para que avancen la delincuencia y la impunidad. Por lo demás, no es impropio preguntarse, como en el caso de aquella campaña publicitaria nunca financieramente transparentada de "México en paz", cuál es el costo de la que actualmente desarrolla México Unido contra la Delincuencia y quiénes son sus patrocinadores. Por lo pronto, el lamentable secuestro de Romano ayuda a la apresurada confección de un clima de zozobra que va intencional(electoral)mente instalándose.
ESA ANSIEDAD COLECTIVA se nutre pausada pero sostenidamente de los muchos detalles aparentemente torpes, inexplicables o descuidados que pueblan el foro nacional. Por ejemplo: el Presidente de la República parece de pronto reinstalarse en el cuadro clínico del desafuero a toda costa, pues retoma el hacha guerrera contra su adversario capitalino como en los momentos de la obsesión extrema; ayer se quejó con amargura de quienes llegan incluso a volverse "populares" a causa del desorden y el populismo con que ejercen cargos públicos. Luego, El Chapito, hijo del procurador general de narcotráfico apellidado Guzmán, va de cárcel a arraigo y de aquí de vuelta a La Palma, convertido ese vástago en cebo, provocación y castigo al padre prófugo que durante cuatro años y medio tuvo trato privilegiado y ahora no ha logrado cerrar tratos con los nuevos cobradores de aranceles. En el estado de México (donde tanto dinero se necesita para tapar hoyos en el erario causados por la campaña del sobrino Enrique Peña y los venideros por la del tío Arturo Montiel que "juega" a la grande), el procurador de Justicia, Alfonso Navarrete Prida, sigue escribiendo capítulos de presunto suspenso máximo a los que la opinión pública concede mínima atención porque sabe que en el fondo de las diligencias judiciales lo que hay son acomodos a conveniencia de familias o hermanos poderosos, historias de presuntas verdades de hoy que mañana serán lo contrario, y así en secuencia previsible. Y, como si fuera un dato menor, el candidato oficial de Los Pinos a la sucesión desdeña un encuentro de trabajo que debería tener con los otros dos aspirantes al trono foxista para fijar a la baja topes de gastos de precampañas. El displicente candidato oficial prefirió reunirse con miembros de una asociación de franquicias, pues evidentemente no le interesa reducir el monto permitido de gasto.
DATOS, DETALLES, MINUCIAS que conforman ese mundo de criminalidad desatada que es el telón de fondo de escenas repulsivas como los secuestros o los asaltos. Los funcionarios desquiciados que pactan con ladrones, asaltantes o asesinos para ser ayudados en sus proyectos de descalificación de adversarios, la manipulación de los instrumentos de procuración de justicia para presionar o alebrestar a capos que no se han "arreglado", el saqueo para fines electorales del dinero público que ya no se usará en obras y servicios que palien irritaciones sociales, el uso faccioso de las instituciones mexiquenses de procuración de justicia, la construcción de una candidatura presidencial oficialista a partir de dinero sucio y arreglos comprometedores, todo eso forma parte de la descomposición política y social, que merece mucho más que anuncios de encono electoral personalizado a causa de secuestros.
ASTILLAS: EL PLAN DE LOS 50 puntos sigue generando controversias que van desde la natural indagación respecto a los mecanismos financieros y legislativos que permitirían la realización de esas ofertas hasta la detección de presuntas identidades con documentos de similares intenciones electorales realizados durante el salinismo... A Ulises Ruiz le da risa escuchar las denuncias en su contra a causa de Noticias de Oaxaca, pues según su autorizada opinión le están tomando el pelo al periodismo nacional con esas historias. La más reciente ficción risible que se habría cometido en aquellas tierras -el desalojo de los trabajadores que seguían en las instalaciones del diario- se produjo mientras el hada madrina Sahagún disfrutaba de la Guelaguetza y mientras ella misma anunciaba que hoy estaría el príncipe consorte en aquellas mismas tierras de carrozas que se vuelven calabazas... ¡Hasta mañana!
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