Abrirán exposición de 120 piezas prehispánicas halladas en ese poblado de Oaxaca
Habitantes de Zaachila pugnan por crear su museo de sitio
Rechaza el INAH la construcción de ese recinto por tratarse de una ''comunidad conflictiva''
Murales y bajorrelieves de cuatro tumbas eran estudiados por el equipo de Beatriz de la Fuente
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Figura grabada en un muro de la tumba 1 de la zona arqueol�a de Zaachila, Oaxaca, cuya custodia est� cargo del INAH FOTO Tomada del libro Ancient Oaxaca, de John Paddock
Foto: Tomada del libro Ancient Oaxaca, de John Paddock
Con la idea de crear el museo comunitario que desde los años 60 les ha sido negado, vecinos de Zaachila, Oaxaca, quienes po-seen 120 piezas prehispánicas, inaugurarán este domingo una exposición en ese poblado.
El proyecto de crear allí un museo ha sido rechazado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), por considerar a Zaachila una ''comunidad conflictiva", y porque algunos funcionarios han manifestado que esos ''museos insignificantes" no son visitados.
Ubicado a 15 kilómetros al sur de la capital oaxaqueña, el pueblo fue centro de poder del señorío zapoteca luego del ocaso de Monte Albán, aproximadamente en el año 850 dC.
En 1962, cuando el arqueólogo Roberto Gallegos hizo las excavaciones iniciales, descubrió un par de tumbas ricamente ornamentadas, y autoridades del INAH prometieron a los habitantes de Zaachila que se abriría un museo en el pueblo.
''Pero hasta la fecha no han cumplido", señala Román Noriega, presidente del Comité Pro Defensa de la Cultura y Recursos Naturales de Zaachila y organizador de la muestra.
Explica que desde los años 40 Zaachila es considerada por el INAH una ''comunidad conflictiva", debido a que apedrearon a Alfonso Caso cuando éste realizó excavaciones en 1947. En 1953, el arqueólogo Ignacio Bernal corrió la misma suerte y tuvo que trabajar en la zona arqueológica custodiado por el ejército.
150 visitantes al mes
La molestia de los zaachileños radica en que todas las piezas halladas en las cuatro tumbas que hasta ahora han sido exploradas fueron trasladadas a la ciudad de México. Algunas se exhiben en el Museo Nacional de Antropología y el resto se encuentra en bodegas desde hace décadas.
Según un documento fechado en 1971, nunca ha habido intención del INAH por construir en Zaachila un museo. El oficio (que está en el archivo de la Dirección de Monumentos Prehispánicos) dirigido a Luis Ortiz Macedo, entonces director del instituto, está firmado por el entonces director del Museo Nacional de Antropología, Ignacio Bernal (el mismo que fue apedreado).
''Sobre la solicitud de los habitantes de Zaachila, Oax., de una exposición temporal de los objetos obtenidos en las dos tumbas recientemente exploradas ahí, me permito sugerirle que el probable intento de los zachileños es el de lograr que los objetos se queden permanentemente en el pueblo. Ya trataron de hacer lo mismo en el pasado.''
El sitio arqueológico de Zaachila recibe unos 150 visitantes al mes, afirma Román Noriega. Es custodiado por el INAH y se cobran 24 pesos por entrar.
Las cuatro tumbas del sitio contienen hermosos murales y bajorrelieves que eran estudiados por el equipo de la recién fallecida Beatriz de la Fuente.
Cuando se descubrieron los primeros dos entierros se hallaron objetos de jade, cuentas de obsidiana, hueso, concha, pedernal y piezas de oro, además de restos humanos. Zaachila fue delimitada para su protección en 1992 y declarada monumento arqueológico el 8 de julio de 1994.
''Ya no hay saqueo de fuereños''
Aunque a la fecha ''ya no hay saqueo de fuereños" en la zona arqueológica, los vecinos de Zaachila siguen renuentes a informar al INAH los hallazgos que con frecuencia ocurren en los patios familiares.
En abril del año pasado, cuando un vecino ''metía" la red de drenaje, apareció en su terreno un entierro, rodeado de cerámica probablemente mixteca. De inmediato dio aviso al Centro INAH-Oaxaca, como marca la ley.
Una semana después del aviso, llegó el arqueólogo Jorge Bautista, quien solicitó al propietario 20 mil pesos ''para comprar" el material necesario para hacer el ''levantamiento" del hallazgo, lo cual es contra la ley.
El vecino se inconformó, pero nadie respondió a las quejas que presentó por escrito ante el INAH. Finalmente, el municipio solventó los gastos (que no rebasaron los 2 mil pesos) y pagó los salarios de tres peones que ayudaron al rescate arqueológico.
Bautista se llevó los materiales encontrados, nunca más volvió al lugar y meses más tarde presentó un artículo detallando "su investigación" en el Encuentro Bianual de Estudios Oaxaqueños, denuncia Román Noriega.
Por eso, los zaachileños ya no confían en el INAH y prefieren ir desenterrando como pueden las piezas con las que se topan al escarbar sus tierras.
Esperan, también, que la colección que presentan desde hoy en los salones aledaños al curato de la iglesia de santa María Natividad, no les sea requerida por el INAH.
Proponen que el museo comunitario se instale en la antigua estación de ferrocarril, otorgada en comodato al ayuntamiento por Ferrocarriles Nacionales en 1998, que actualmente alberga oficinas del DIF y de la policía estatal.
La exposición de piezas prehispánicas de los vecinos de Zaachila concluirá el 25 de julio; esperan muchos visitantes debido a que se presenta a la par de las fiestas de la Guelaguetza.