Riesgo de ingobernabilidad: especialista de la UAM
La ciudad, en peligro por falta de regulación urbana, advierte
La falta de una política de planeación urbana que regule el crecimiento ordenado y "racional" de la ciudad de México no sólo agudizará las condiciones de "atomización" de asentamientos periféricos marginales, también incrementará el deterioro humano y ambiental de la urbe, afirmó Roberto Eibenschutz, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y coordinador del Programa Universitario de Estudios Metropolitanos.
Agregó que la falta de control administrativo y político para organizar el proceso de metropolización propició que importantes sectores de la población fueran expulsados a la periferia urbana, lo que incrementó el comercio informal, el desempleo y la pérdida de competitividad industrial, pues la ciudad se extiende sin el equipamiento necesario en servicios urbanos y sin un sistema de transporte que haga eficiente el flujo de personas.
El modelo de desarrollo aplicado por las autoridades "provoca daños irreversibles al medio ambiente, pone en riesgo la sustentabilidad de las metrópolis y provoca incremento de inseguridad, violencia y criminalidad", dijo.
En un comunicado de esta casa de estudios, el especialista señaló que en el caso del Distrito Federal la ocupación de espacios en la periferia destinados a zonas habitacionales es un fenómeno que prevalece y tendrá "graves consecuencias si el gobierno local no logra definir los instrumentos que determinen un crecimiento racional".
Advirtió que de continuar con el desarrollo y crecimiento caótico de la ciudad se incrementarán los problemas de contaminación, congestionamiento vehicular y existirá mayor atomización de los asentamientos en la periferia, generando problemas sociales que pueden poner en peligro la gobernabilidad de la urbe.
Evitar el incremento de las condiciones de inestabilidad, aseguró, requiere de voluntad política para alcanzar esquemas de coordinación, integración y definición de los instrumentos pertinentes para planificar de forma ordenada el crecimiento de la ciudad, pues si bien existen condiciones físicas y recursos financieros para realizar esta tarea, éstos se invierten de manera desorganizada y sin ningún un proyecto claro de desarrollo.
Laura Poy