Formar profesionales preparados y con responsabilidad social, el objetivo: Morales Orozco
Ampliar compromiso político, no partidista, reto de universidades
Debemos contribuir a la solución de problemas desde espacios propios, plantea el rector de la Uia
Ampliar la imagen En la Uia estamos en favor de un proyecto de pa�m�incluyente, de un proceso democr�co en el que se respete la pluralidad sin querer imponer puntos de vista, explic� rector Morales Orozco en entrevista con La Jornada FOTO Carlos Cisneros Foto: Carlos Cisneros
Los desafíos que impone la transición democrática del país y los retos de un mundo globalizado requieren que las universidades, tanto públicas como privadas, asuman mayor responsabilidad social frente a los procesos que vive México, sin limitarse a alcanzar la excelencia académica en la formación de profesionales, afirmó José Morales Orozco, sacerdote jesuita y rector de la Universidad Iberoamericana (Uia).
A un año de haber asumido la rectoría de esta casa de estudios, Morales Orozco destacó que las instituciones de educación superior tienen doble responsabilidad social ante los problemas más urgentes que vivimos, en particular en momentos de "inde-cisión frente al futuro", cuando es evidente que las universidades deben preparar ciudadanos muy bien capacitados profesional y técnicamente, pero también con gran sentido de responsabilidad con lo que sucede en México, y "no formar universitarios que sólo piensen en su éxito profesional e individual, sino con visión de solidaridad; es decir, con una educación integral".
Reconocido a escala mundial por la comunidad de jesuitas debido a su destacada labor humanista en oposición a las prácticas neoliberales y al individualismo como práctica social, Morales Orozco señaló que las instituciones de educación superior también deben involucrarse en los procesos que vive el país de forma más solidaria, lo que permitiría "iluminar" con la reflexión propia de los espacios académicos los retos para alcanzar una transición democrática acorde con los valores que tenemos, y dar con las "pistas que orienten las políticas públicas en el combate a la pobreza, marginación, corrupción e inseguridad que afectan a la población".
En entrevista con La Jornada, destacó que "sin caer en políticas partidistas, las universidades deben asumir un amplio compromiso político en favor de un proyecto de nación más incluyente que favorezca un proceso democrático, abierto y transparente, en el que se promueva el respeto a la pluralidad y la participación ciudadana desde lo que somos y podemos aportar".
-¿Se debe impulsar un compromiso político, pero no partidista?
-Sí, pues aún por omisión estamos enviando un mensaje determinado, ya que ningún conocimiento o institución educativa es neutral; todos están en favor o en contra de algo. Nosotros, excluyendo la política partidista, estamos en favor de un proyecto de país más incluyente, de un proceso democrático abierto en el que se respete la pluralidad del mundo y de la cultura en que vivimos, sin querer imponer puntos de vista, pues la universidad es un espacio para discutirlo todo. Si bien la Uia es una institución de inspiración humanista cristiana, no implica que seamos proselitistas o que no estemos abiertos a las diferencias en un ámbito de respeto.
"Las universidades, sin caer en una política partidista, deben asumir un compromiso político en un sentido más amplio, pues si bien todas las instituciones han formado buenos y malos ciudadanos, hoy más que nunca estamos conscientes de la importancia que tiene capacitar y formar a los ciudadanos que México necesita. A las instituciones de educación superior, tanto públicas como privadas, nos preocupa formar gente honrada, funcionarios públicos honestos que no consideren la política como el uso del poder público en beneficio propio, sino en la búsqueda del servicio a los demás, en particular a los más necesitados."
-¿En una coyuntura política como la que enfrenta México, cuál es el papel que deben asumir las universidades ante el riesgo de una democracia no consolidada?
-Sin duda un papel importante es la formación integral de ciudadanos críticos, pero también deben aportar y contribuir en la búsqueda de soluciones a los grandes problemas y retos del país desde espacios propios, como la investigación, los es-pacios académicos y la capacitación. Las universidades deben estar mucho más comprometidas y no mantenerse al margen.
"Hoy ya no es una opción no implicarse en los procesos que vive el país impulsando valores humanos y sociales, como verdad, honradez, transparencia, honestidad y equidad, valores que deben guiar la vida pública del país, pues si bien los investigadores y académicos aportan con sus propias opiniones, las instituciones de educación superior también deben participar dando una opinión con su propia voz para colaborar en la búsqueda de soluciones y alternativas con la organización de foros, seminarios y talleres, sin que ello signifique que tenemos toda la verdad, pero debemos dar nuestra opinión."
Educación integral, prioridad
Morales Orozco agregó que en la Uia el fortalecimiento de la excelencia académica y la formación integral de los alumnos requiere superar la "cultura del miedo a la evaluación", y establecer mecanismos no discrecionales en la organización administrativa y académica, "sin que esto implique que la construcción de un nuevo corpus reglamentario sea una panacea que resuelva todos los problemas; es, ante todo, una guía que nos permite alcanzar metas y discernir prioridades".
En la coyuntura que enfrenta la educación superior en México en un contexto globalizado, indicó, cobra especial relevancia impulsar educación de calidad frente a una postura que pretende convertirla en un bien de mercado, en un objeto de comercio y no en un bien público, ya que es evidente la proliferación de universidades privadas de "calidad dudosa", a las cuales no les interesa la formación integral de los alumnos, "sino simplemente vender un título al mayor costo posible y obtener beneficios.
"Debemos insistir en profundizar un modelo educativo que permita alcanzar la competitividad, pero sin descuidar la educación integral de los estudiantes y la consolidación de un compromiso solidario con los sectores menos favorecidos de la población, ante un panorama de franca corrupción en el que se hizo lema que quien no transa no avanza."
El reto, afirmó, es formar jóvenes honestos y con responsabilidad social sin soslayar el compromiso con el resto de la sociedad.