Sólo Radio Insurgente no reanudó sus transmisiones
En Oventic, más de mil indígenas participaron en la celebración
Oventic, Chis., 15 de julio. Después de tres semanas de alerta roja general, las actividades volvieron hoy a la normalidad en el caracol ubicado en esta comunidad, donde más de mil indígenas se concentraron para participar en torneos deportivos y en la fiesta organizada por el comienzo de la nueva etapa en la lucha del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).
Desde temprano, los letreros que decían "alerta roja general" fueron retirados de la entrada al caracol, de las tiendas, de las cooperativas de artesanías, de las oficinas de la junta de buen gobierno (JBG) y de los municipios autónomos. Poco a poco, cientos de indígenas -hombres, mujeres y niños- y algunos mestizos de la sociedad civil fueron llegando para participar en las actividades organizadas por las autoridades civiles zapatistas. "Estamos contentos, alegres, porque se abrió el caracol, y la fiesta es para que la gente baile", afirmó uno de los dirigentes rebeldes, quienes desde esta mañana recibían a cualquiera que solicitaba información.
Desde antes de llegar al caracol Corazón céntrico de los zapatistas delante del mundo, se notaba el movimiento, pues decenas de vehículos, camionetas y camiones de redilas, principalmente, estaban estacionados a lo largo de la carretera que pasa frente a las instalaciones zapatistas. El letrero de "alerta roja general", que el 20 de junio fue colocado frente al caracol, fue sustituido por el de "Conductores, manejen despacio. Entrada, no estacionarse". La puerta de acceso fue abierta y la gente pudo pasar sin ningún trámite. Esta tarde había más de mil personas y seguían llegando. El silencio de tres semanas se había transformado en mucho ruido y movimiento.
Habitantes de municipios y comunidades vecinas, que durante todo el día estuvieron pasando en vehículos de transporte público o privado, miraban con expectación el movimiento de personas en el caracol, que atiende a la región de los Altos de Chiapas.
También desde muy temprano, un conjunto musical se instaló hasta el fondo, en el escenario donde se realizan los actos políticos, culturales y deportivos. Varios equipos de basquetbol participaron en el torneo.
Los integrantes de la JBG reiniciaron sus labores, suspendidas -por primera vez en dos años- desde el 20 de junio hasta ayer, por la alerta roja general.
En la oficina de recepción, dos mujeres y un hombre encapuchados recibían a periodistas, integrantes de organizaciones no gubernamentales, estudiantes y demás personas interesadas en tener mayor información sobre las actividades zapatistas. "Estamos haciendo lo que dice el comunicado (del EZLN), porque la palabra se cumple", afirmó el varón.
Las puertas de las oficinas de los municipios autónomos de San Andrés Sacam'chen de los Pobres y de Magdalena de la Paz, que están a un lado de la JBG, también fueron abiertas, aunque los más buscados eran los del comité de recepción, donde en ciertos momentos había que esperar hasta una hora para ser recibido.
Desde la entrada hasta el fondo del caracol, varios indígenas colocaron puestos de venta de fruta y otros alimentos, y de pasamontañas para quienes olvidaron llevarlo, que desde 1994 es uno de los principales símbolos del zapatismo. La que al parecer no reinició labores hoy fue Radio Insurgente, la voz de los sin voz, cuya señal era captada en esta zona hasta el 20 de junio, cuando se decretó la alerta roja. Cuando menos hasta las 14 horas no fue posible sintonizarla.
En la cabecera de San Andrés, donde se efecturaron los diálogos entre el gobierno federal y el EZLN, y donde el 16 de febrero de 1996 se firmaron los únicos acuerdos (sobre derechos y cultura indígenas, que no se han cumplido), las oficinas de la presidencia autónoma comenzaron desde esta mañana a atender a la población de manera normal.