Realizan operativo sorpresa para el traslado

Ríos Galeana, a La Palma

La estancia de Alfredo Ríos Galeana en la prisión de la cual se fugó en 1986 duró menos de 24 horas. En un operativo sorpresa, "el enemigo público número uno" -llamado así por su peligrosidad en la década de los ochenta- fue trasladado del Reclusorio Sur al penal de máxima seguridad de Almoloya de Juárez.

En el operativo, realizado a petición del Gobierno del Distrito Federal, participaron un centenar de policías federales y capitalinos. Un helicóptero del agrupamiento Cóndores, de la SSP capitalina, aterrizó en la explanada principal del Reclusorio Sur. Se abrió la aduana y Ríos Galeana, custodiado por varios efectivos, abordó la aeronave con rumbo al hangar de la Policía Federal Preventiva (PFP) en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.

Al percatarse del sobrevuelo del helicóptero, los abogados del indiciado cedieron en su intento de dialogar con la juez 29 de lo penal, Dalila Sánchez López, y se dirigieron a la zona de aduanas del centro de reclusión para ver qué sucedía. Cuando su cliente ya viajaba con rumbo a la terminal aérea, aseguraron que el traslado "era ilegal".

Al principio, las autoridades informaron que sería llevado al penal de Puente Grande, Jalisco, pero a última hora se rectificó y fue trasladado al del estado de México.

En punto de las 17 horas, Ríos Galeana descendió del helicóptero con matrícula PF 305, de la Policía Federal Preventiva, en el estacionamiento del Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) numero 1.

Abordó una camioneta que lo llevó a la garita principal de La Palma, donde fue entregado por unos 30 de elementos de la PFP al personal de custodia del penal. Esposado y con las manos en la espalda, el asaltabancos y secuestrador dio sus datos generales.

Su ingreso al Cefereso se realizó bajo las más estrictas medidas de seguridad y de inmediato fue puesto a disposición del personal médico, para los exámenes de rigor correspondientes.

Falla recurso para evitar el traslado

No obstante, los abogados del "enemigo publico numero uno" estuvieron a punto de evitar el traslado, pero la tardanza de un actuario del Poder Judicial Federal permitió que las autoridades capitalinas y federales procedieran con lo planeado.

Los litigantes consiguieron al mediodía una suspensión de amparo del juez quinto A de distrito, Rafael Zamudio Arias, para que Ríos Galeana no fuera movido del lugar en el que estuvo preso la víspera. Sin embargo, un funcionario del juzgado quinto -encargado de entregar los informes de los juicios de amparo que se tramitan en dicho órgano jurisdiccional- llegó al Reclusorio sur minutos después de las 16 horas, cuando Ríos Galeana ya estaba a bordo del helicóptero de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal.

De acuerdo con fuentes judiciales, como la notificación del amparo provisional llegó cuando el acto reclamado estaba consumado, ninguna autoridad federal o capitalina podrá ser acusada de violación de una suspensión provisional.

Respecto del juicio de garantías 1657/2005, del juzgado quinto A de distrito, con el que Ríos Galeana pretendía evitar su traslado al penal de máxima seguridad de Almoloya, las fuentes consultadas indicaron que en los próximos días será desechado porque carece de elementos jurídicos para su estudio. Ahora el delincuente más famoso de los años ochenta está en posibilidades de interponer una nueva demanda de amparo ante otro juzgado con sede en el estado de México, para solicitar su reubicación en un penal de mediana seguridad.

Por su parte, el subsecretario de Seguridad Pública federal, Miguel Angel Yunes, explicó que Ríos Galeana estará 15 días en el centro de observación del penal, en el área de tratamiento especial en el que actualmente se encuentran Benjamín Arellano Félix y Osiel Cárdenas, aunque precisó que quien fuera conocido como el "enemigo público número uno" no mantendrá contacto físico con estos capos.

Yunes afirmó que la decisión de enviar a Ríos Galeana al penal de máxima seguridad fue tomada debido a la alta peligrosidad de este sujeto.

Horas antes del traslado, el procurador capitalino, Bernardo Bátiz, informó que el indiciado podría enfrentar una pena de más de 30 años de cárcel. Explicó que las causas penales 16/85 y 32/85, que quedaron inconclusas debido a la fuga de 1986, señalan a Ríos Galeana como responsable de los delitos de homicidio, robo a instituciones financieras, secuestro, lesiones, disparo de arma de fuego y delincuencia organizada.

Agustín Salgado, Alfredo Méndez, Mirna Servín y Jesús Aranda, reporteros, e Israel Dávila, corresponsal