El proyecto consiste en construir islas de calor, provocar 40 grados y arrastrar vapor
Esperan encontrar en siete meses material adecuado para producir lluvia
Madrid, 11 de julio. León Brening, profesor de la Universidad Libre de Bruselas y colaborador de la NASA, aseguró hoy que "en siete meses" esperan "encontrar el material" adecuado para desarrollar el proyecto Gesham, que pretende "producir lluvia artificialmente" en las regiones más áridas del planeta.
Durante una conferencia que ofreció en los cursos de verano de Aranjuez, localidad próxima a Madrid, que organiza la Universidad Rey Juan Carlos, Brening indicó que la empresa israelí Acktar trabaja en encontrar el material más adecuado para lograr "hasta 40 grados de exceso de calor", necesario para arrastrar vapor de agua a la atmósfera y producir lluvia.
El proyecto Gesman, que significa lluvia en hebreo, consiste en la construcción de "islas de calor de dos por dos kilómetros aproximadamente", donde una elevada temperatura concentrada permita al aire elevarse y arrastrar consigo el vapor de agua a una altura hasta de 3 mil metros, lo que permitirá la formación de lluvias.
Dichas islas estarán creadas de un material de color oscuro "de baja reflexión" capaz de alcanzar temperaturas muy altas para la producción de lluvia y sólo funcionará en lugares próximos a la costa, ya que resultan necesarias la humedad y la brisa propias del mar para que este sistema funcione correctamente, explicó Brening.
Aunque todavía se trata sólo de un proyecto, la construcción de una "isla de calor" supondría una inversión aproximada de 40 millones de euros, señaló el profesor.
No obstante, hizo hincapié en lo barato del mantenimiento de este sistema ya que, una vez construido, no requiere de más gastos, "sólo habrá que limpiarlo de vez en cuando".
"Lo que intentamos no es luchar contra el fenómeno de la sequía a escala planetaria, pero sí localmente", comentó el experto.
Brening reconoció algunos defectos de esta idea, como el "impacto ecológico" o el tener que "sacrificar una superficie" de tierra, aunque al tratarse de tierras áridas la pérdida no sería tan grande.
"Con una superficie de sólo 9 kilómetros cuadrados podemos proporcionar lluvia a 80 kilómetros cuadrados determinados", pero además este sistema "cambiará el clima en verano, porque tendremos lluvia tres o cuatro horas al día en una región muy específica".
El experto explicó que ya han realizado varias pruebas de "islas de calor" con diferentes materiales, pero ninguno alcanzó un resultado óptimo: "Hemos hecho pruebas con asfalto y películas de polímeros, pero sólo conseguimos un exceso de calor de hasta 17 grados centígrados, y no es suficiente".