Tiene convenio con organismo estatal para distribuirla en zonas marginadas
Diputado panista queretano hace "rentable" negocio ante escasez de agua
Ampliar la imagen El diputado Rafael Montoya dice contar con los permisos necesarios para explotar el pozo FOTO Demian Chavez Foto: Demian Chavez
Corregidora, Qro., 10 de julio. Ante la escasez de agua que padecen habitantes de la zona metropolitana de Querétaro y la proliferación de asentamientos irregulares, la venta del líquido, distribuido con pipas, es un "negocio rentable; más que el campo", en el cual participa el diputado panista Rafael Montoya Becerra, quien cuenta con los permisos correspondientes para explotar un pozo de agua.
La Comisión Estatal de Aguas (CEA), presidida por Manuel Urquiza Estrada, realiza convenios con el legislador, a quien solicita que lleve de forma gratuita agua a colonias que el organismo no puede atender, "ayuda" que es saldada con compensaciones a favor de Montoya Becerra al otorgarle la misma cantidad del líquido también sin costo alguno.
En octubre de 2003 -cuando ya era diputado-, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) autorizó a la familia Montoya Becerra, cuyo apoderado legal es el legislador, que el pozo de agua de su propiedad pasara de uso agrícola al de servicios y pecuario.
De acuerdo con documentos de la Conagua en la entidad, Rafael, junto con sus familiares Irene Becerra Rodríguez; Marcela, Eduardo, María Guillermina, Elisa y Héctor Montoya Becerra, cuentan con la concesión 4QRO102522/12AMGR96, expedida el 26 de marzo de 1996 para explotar un pozo ubicado en el predio denominado Granja la Palma, fraccionamiento Las Trojitas, perteneciente a este municipio, y extraer un volumen de 180 mil metros cúbicos de agua al año para uso agrícola.
En marzo de ese mismo año, Rafael Montoya, quien aún no era diputado local, solicitó a la Conagua el "cambio de uso" del pozo para pasarlo a los usos de "agrícola, pecuario y servicios", el cual fue autorizado siete meses después, el 9 de octubre de 2003, cuando ya era representante popular por el municipio de Corregidora.
En entrevista, Montoya Becerra, quien prevé buscar la candidatura a la presidencia municipal de Corregidora en el proceso electoral de 2006, reconoció que ante la escasez de agua en territorio estatal la comercialización del vital líquido es un "negocio rentable, mucho más que el del campo", actividad que, aseguró, realiza con estricto apego a la legalidad al contar con los permisos correspondientes para ello.
Explicó que cuenta con autorización para explotar hasta 80 por ciento del agua que extraen del pozo, ubicado en un rancho de su propiedad, para destinarlo al rubro de servicios, con el llenado de pipas; 15 por ciento para uso agrícola y 5 por ciento restante para uso pecuario (destinan agua para consumo de animales).
Según datos de la concesión, el pozo que explota el legislador panista tiene una profundidad de 200 metros y tiene autorizado un gasto máximo de 30 litros por segundo, la cual podrá explotar en un periodo de 10 años a partir de su autorización, que data de 1996.
Rafael Montoya refirió que proporciona el servicio de agua potable en 15 colonias, catalogadas como asentamientos irregulares, en el municipio de Corregidora, y apoya a la CEA con algunas pipas que integran su flotilla de 76 unidades, para llevar el líquido a colonias de Querétaro -algunas de estos fraccionamientos son regulares al estar urbanizados- que el organismo no puede atender por desperfectos en sus equipos hidráulicos.
A cambio, la CEA otorga una "compensación" a Montoya Becerra que consiste en surtir los camiones de su propiedad con la misma cantidad de agua que en su momento éste haya proporcionado al organismo para que lo destinara a las colonias que así lo requerían, sin costo alguno para el legislador.
Asimismo, el diputado del Partido Acción Nacional da servicio a empresas que llegan a carecer de agua y que prefieren contratar los servicios de "piperos" porque resulta más barato que pagar a la CEA. Sin embargo, aclaró que tienen prohibido por la CEA vender agua a las empresas o negocios que presentan adeudos con este organismo, pues esto impediría que los morosos paguen sus pasivos.
En promedio, precisó Montoya Becerra, una pipa que contiene entre ocho y 10 mil litros de agua es vendida a las empresas entre 300 a 350 pesos, mientras para las personas que habitan en asentamientos irregulares el llenado por cada tambo de 200 litros tiene costos de cinco a 10 pesos.