Servicios secretos franceses hicieron naufragar el barco
Conmemora Greenpeace 20 años del hundimiento del Rainbow Warrior
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Miembros de la tripulaci�riginal del Rainbow Warrior, acompa�s por Marell Pereira, hija del fot�fo Fernando Pereira, que falleci�consecuencia de las explosiones hace 20 a� colocaron ayer una escultura en el puente del buque, hundido en la bah�de Matauri FOTO Reuters
Foto: Reuters
Wellington, 10 de julio. La costa de Nueva Zelanda fue escenario hoy de una ceremonia por el hundimiento del Rainbow Warrior, barco emblema de la organización ecologista Greenpeace, que naufragó hace 20 años por la explosión de dos minas colocadas por agentes del servicio secreto francés.
El atentado del 10 de julio de 1985 tenía como objetivo impedir que el barco llegara al Pacífico sur para protestar contra las pruebas nucleares francesas en el atolón de Mururoa (Polinesia Francesa). Las bombas dejaron un enorme agujero en el barco, anclado en el puerto de Auckland, matando al fotógrafo de la expedición, Fernando Pereira, holandés de origen portugués.
El barco fue reflotado y remolcado hasta la bahía de Matauri, donde fue hundido definitivamente y hoy es atracción para los buceadores.
Miembros de la tripulación original llegaron en el nuevo Rainbow Warrior II para participar en la ceremonia. Un comunicado de Greenpeace señala que el capitán del barco original, Pete Wilcox, buceó 25 metros para colocar una escultura en el puente de la nave, mientras unas 100 personas a bordo del Warrior II arrojaban flores y follaje al agua.
Steve Swayer, de la tripulación original, expresó: "hoy nos enfrentamos a una amenaza nuclear mayor, porque un número cada vez mayor de países continúa desarrollando armas atómicas".
Xavier Renou, de Greenpeace Francia, exigió a su gobierno que se deshaga de su arsenal nuclear. "Francia está usando la información de los ensayos nucleares en Mururoa, durante los años 80 y 90, para poner al día sus sistemas de armas nucleares, violando sus compromisos de desarme", afirmó.
La directora ejecutiva de Greenpeace en Nueva Zelanda, Margaret Crozier, señaló que se realizaron distintos actos en memoria del hundimiento del Rainbow Warrior en lugares como Sydney, París y Toronto.
Un informe publicado este fin de semana por el diario francés Le Monde aseguró que el ex jefe de los servicios secretos franceses, el almirante Pierre Lacoste, indicó que en 1985 recibió la autorización del entonces presidente François Mitterrand para sabotear al Rainbow Warrior en una operación que se convirtió en uno de los escándalos político-diplomáticos del primer mandato presidencial de Mitterrand.
Le Monde publicó extractos "de un documento que data del 8 de abril de 1986, de 23 páginas, redactado a mano" por el almirante Lacoste.
El ex jefe de la Dirección General de la Seguridad Exterior (DGSE, servicios secretos) relata su encuentro el 15 de mayo de 1985 con Mitterrand en el palacio del Elíseo (sede de la presidencia francesa). "Pregunté al presidente si me autorizaba a poner en marcha el proyecto de neutralización que había estudiado a petición de (el ministro de Defensa, Charles) Hernu, y me dio su aprobación manifestando la importancia que otorgaba a los ensayos nucleares", escribió Lacoste.
Charles Hernu, ministro de Defensa y amigo personal de Mitterrand, se vio obligado a renunciar, lo mismo que el director de la DGSE, al conocerse la participación de agentes secretos franceses en el hundimiento del barco.
En las únicas condenas al ataque, el 22 de noviembre de 1985, los agentes secretos franceses Alain Mafart y Dominique Prieur fueron sentenciados a 10 años de prisión por la justicia neocelandesa. Menos de un año después y al cabo de difíciles negociaciones, fueron trasladados a una base militar francesa en el Pacífico sur.
Francia pagó indemnizaciones por 7 millones de dólares a Nueva Zelanda y 8.1 millones a Greenpeace, que con esa suma preparó el Rainbow Warrior II, con el que continuó el combate contra las pruebas nucleares francesas en el Pacífico en 1995.