DESDE EL OTRO LADO
¿Qué sigue?
LA SEMANA PASADA será difícil de olvidar debido a las vidas que se perdieron en el contexto de un combate al terror que nadie sabe bien a bien cómo terminará. Al principio de semana la prensa reportó que en Bagdad habían muerto por lo menos 20 personas como resultado de la acción de dos comandos suicidas; al día siguiente el ejército estadunidense bombardeó un reducto rebelde en la ciudad y mató al menos a 20 iraquíes, que, según información militar, eran rebeldes; un día después el embajador egipcio fue secuestrado y "ajusticiado en nombre de Dios"; al mismo tiempo, un helicóptero de las fuerzas armadas estadunidenses fue derribado por el talibán en Afganistán, por lo cual perdieron la vida sus 16 ocupantes; al concluir la semana un ataque terrorista cobró la vida de más de 50 personas en el corazón de Londres, ocasionando la disrupción de la capital británica en el momento en que, no lejos de ahí, estaban reunidos los líderes de los ocho países más poderosos del orbe. Todo ello en un periodo de siete días.
AL DIA SIGUIENTE de las explosiones en el Metro londinense, los medios de Estados Unidos reflejaban la desazón de la opinión pública por el panorama de incertidumbre y el recuerdo del 11 de septiembre. Después de tres años han muerto mil 940 soldados de la coalición en Irak y es casi imposible determinar los miles, tal vez decenas de miles, de iraquíes muertos en esta lucha que aún no termina.
EN LAS CARTAS QUE envían los lectores a la prensa estadunidense se adivina el estado de ira y frustración: "el mundo civilizado debe estar asqueado de los salvajes ataques en Londres, que mataron docenas de inocentes. Decenas de miles de iraquíes inocentes han muerto por los bombardeos perpetrados en la invasión a Irak. Aquellos que están más indignados por las muertes en Londres que en Irak, para ponerlo en palabras crudas, son unos hipócritas"; "mientras Occidente no cese las soluciones militares, es lógico esperar más ataques como los perpetrados en la matanza de Londres"; "¿cuándo se terminará este trabajo? Cuando los terroristas hayan puesto bombas en cada tren y en cada aeropuerto de Inglaterra y EU. No nos equivoquemos: la terquedad y falta de visión de nuestros líderes han puesto en peligro la vida de los ciudadano estadunidense, británicos y de países aliados".
LOS COMENTARIOS DE los observadores políticos en Estados Unidos también reflejan la preocupación por los resultados de una estrategia que ha resultado más cara que el remedio. Sus colegas en Inglaterra, España, Uruguay o México también la cuestionan, porque amenaza al mundo entero. En respuesta a Tony Blair, el periodista inglés Robert Fisk escribió en estas mismas páginas lo siguiente: "ellos no intentan destruir lo que nos es entrañable. Lo que intentan es conseguir que la opinión pública obligue a Blair a salir de Irak". No estaría mal tomar nota de ello.