Obtuvo que se le permitiera permanecer un año tras la expulsión de sus padres
Joven costarricense emprende lucha para evitar que estudiantes sin papeles sean deportados de EU
Washington, 10 de julio. La joven costarricense Marie González redobló su lucha en favor de estudiantes indocumentados luego de la reciente deportación de sus padres y la oportunidad que obtuvo de permanecer un año más en Estados Unidos.
"Tengo que luchar. Si no lo hago, quién sabe quién más lo pueda hacer", expresó González, de 19 años, en una entrevista telefónica con Notimex desde su casa en Jefferson City, Misuri.
La joven, que llegó a los cinco años a Estados Unidos con sus padres, sostuvo que en esta lucha "he recibido el apoyo de otros estudiantes indocumentados en mi misma situación y cuando escucho sus historias me quiebran el corazón".
El pasado 4 de julio, día de la Independencia de Estados Unidos, la familia encabezó un desfile por las fiestas patrias en Jefferson City, donde recibió el apoyo de la comunidad.
Días antes, el Departamento de Seguridad Interna había postergado por un año la deportación de Marie pero indicó que sus padres, Marvin y Marina González, tenían que salir del país.
Los padres de Marie entraron legalmente en Estados Unidos, pero dejaron vencer sus visas de seis meses pensando erróneamente que al ser "buenos ciudadanos", trabajar y participar en actividades comunitarias lograrían la residencia en siete años.
"Cuando nos despedimos en el aeropuerto mis padres me dijeron que tenían fe en mí, que tengo la bendición de ellos. Yo les prometí que seguiré luchando para que no les pase a otros lo que ahora estoy pasando", indicó.
Cientos de miles de jóvenes como Marie, que han crecido en Estados Unidos y en muchos casos dominan más el inglés que el español, tienen que pagar elevadas colegiaturas universitarias, aplicadas a extranjeros que viven fuera del estado.
En contraste, los alumnos que son ciudadanos estadunidenses o residentes legales obtienen bajas colegiaturas, préstamos, becas y otras oportunidades para seguir sus estudios universitarios.
La joven busca la aprobación del proyecto de ley Dream, apoyado por el senador republicano Orrin Hatch, que legalizaría a indocumentados graduados de preparatoria que han crecido en Estados Unidos y que completen dos años de universidad o servicio militar.
Otra propuesta bipartidista de reforma migratoria ha sido presentada por el senador republicano John McCain y el demócrata Edward Kennedy, aunque enfrenta oposición de la Casa Blanca porque incluye un plan más amplio de legalización.
"Cualquiera de esas leyes sería buena para los jóvenes", puntualizó Marie, quien sería deportada en julio de 2006 en caso de que ninguna de esas propuestas sea aprobada.
La joven reconoció que tal vez no vea a sus padres en 10 años, por la llamada ley del castigo a indocumentados que les impide regresar al país en ese periodo, o a lo mejor los pueda ver en menos tiempo si se aprueba el proyecto Dream.
La semana pasada, un juez federal rechazó una demanda contra una ley que entró en vigor hace un año en el estado de Kansas que permite a las universidades la aplicación de bajas colegiaturas estatales a estudiantes indocumentados.
En referencia al programa de trabajadores temporales anunciado por el presidente George W. Bush en enero de 2004, Marie señaló que es necesario que el mandatario también considere un plan "para ayudar a los jóvenes a crecer en este país.
"Las autoridades dicen que la inmigración es un gran problema, pero lo siguen dejando de lado para el próximo año. No entienden el valor que los médicos, enfermeras y abogados pueden brindar al país" si dieran una oportunidad a los jóvenes, recalcó.
Su familia administró un restaurante durante algunos años. En 2002 Marvin González fue despedido de su empleo de mensajero por el gobernador de Misuri, Bob Holden, luego de que alguien le informó que era indocumentado, tras lo cual comenzó el proceso de deportación.
"¿En qué sistema moral vivimos?"
La joven recordó que al momento de solicitar su licencia de conducir en Misuri, la persona que la atendía llamó a inmigración al comprobar que era indocumentada.
"Es terrible la manera en que tratan a los indocumentados. Hay personas que no tienen sentimientos. Somos indocumentados, pero no quiere decir que no somos personas", señaló Marie, quien mantiene un diario en Internet en la página www.wearemarie.blogspot.com. "Algunas personas me dicen que puedo ir a la escuela, pero no trabajar ni manejar", indicó la joven costarricense, quien señaló que varias personas le han sugerido la idea de casarse con un ciudadano para obtener la residencia.
"Me han dicho que es más fácil que me case, pero ¿en qué sistema moral vivimos? El matrimonio es algo sagrado, y a mí mis padres me han enseñado buenos modales. Si me enamoro, sería algo diferente, pero no estoy en esa etapa", enfatizó.
Nombrada Latina del Año en la revista Latina, graduada con honores de escuela secundaria Helias en 2004 y con sueños de ser abogada, para la joven su prioridad ahora es luchar por los jóvenes indocumentados.
"Tengo que luchar. Lo bueno es que tengo la libertad de hablar por miles de estudiantes que no pueden hacerlo, por miles de familias, para lograr cambiar algo. Es un sacrifico que tengo que hacer", puntualizó.