En las ciudades el derroche asciende a 43%; plantea esquema de tarifas diferenciadas
Desperdicia el agro 55% de su agua: IP
La ineficiencia en el consumo de agua provoca que se desperdicie 55 por ciento del líquido destinado a la agricultura y 43 por ciento del asignado al uso urbano. El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) planteó que es necesario remplazar el esquema actual de distribución por un mecanismo de mercado que establezca tarifas diferenciadas, las cuales abonen al empleo más racional del recurso.
Actualmente se puede llenar un vaso de agua más de 2 mil 500 veces por el precio de una botella familiar de refresco. Los consumidores, inclusive los de menores recursos, destinan a la compra de artículos para el cuidado personal, esparcimiento o bebidas alcohólicas una proporción de su ingreso hasta seis veces mayor que el gasto en agua. Por ello, elevar el precio no es inadecuado, precisó la instancia.
En virtud de estos problemas, la iniciativa privada consideró sensato cobrar un precio más alto a quienes más consumen. Este mecanismo de precios enviaría señales a los consumidores de grandes cantidades y los estimularía a llevar a cabo un uso más racional del recurso.
En México, agregaron los economistas del sector privado, no existen un marco regulatorio eficiente y una política de precios adecuada. El líquido en el país no sólo se vende a bajos precios, sino que su estructura tarifaria es inapropiada. Se cobran cargos uniformes, lo que significa que los usuarios pagan el mismo precio independientemente de la cantidad consumida.
Se puede afirmar que el desarrollo de la sociedad mexicana durante las últimas décadas -incremento poblacional y económico- ha implicado presiones crecientes sobre el medio ambiente y el suministro de servicios públicos, entre los que destacan el agua potable y alcantarillado.
Expusieron que el fuerte crecimiento poblacional de hace algunos años ha reducido la disponibilidad del recurso de forma importante. Se estima que la disposición per cápita del líquido bajó en México de un promedio anual de 18 mil 500 metros cúbicos en 1950 a 4 mil 990 en 1998, y en los próximos 20 años se espera que esta cifra se reduzca a 3 mil 822 metros cúbicos.
En su reporte, los expertos del CEESP indicaron que el problema más grave en el consumo de agua, el cual contribuye a la escasez del recurso en algunas partes y a la sobrexplotación en otras, es su bajo aprovechamiento real.
La ineficiencia con la cual se consume da lugar al mal empleo antes mencionado, de forma que las pérdidas totales de agua por desperdicio en México equivalen a 47 por ciento o más del recurso extraído.
El pobre aprovechamiento se debe a esquemas de precios y subsidios inadecuados, inversión insuficiente en infraestructura de agua, operación ineficiente y falta de una cultura de pago.
Al respecto, el CEESP precisó que una parte importante de la población del Distrito Federal no retribuye el agua que consume; se estima que sólo 68 por ciento del líquido usado se paga.