ARGENTINA: SALDOS DEL AJUSTE

En 2001 el producto argentino cayó 4.4 por ciento y en 2002 otro 10.9 por ciento. Eso indica la magnitud de la crisis económica y política más reciente. El ajuste fue muy severo: la inflación llegó a 41 por ciento y el dólar subió su precio de 1 a 3 pesos. Medido en dólares el PIB/ habitante se redujo de 7,232 a 2,813 dólares en un solo año. La deuda externa llegó a 146.4 por ciento del producto y para generar un excedente y poder pagar, las exportaciones crecieron 241 por ciento. En 2003 se inició una recuperación que ha ido reduciendo la parte de la población económicamente activa desempleada que había llegado a 21 por ciento. El ajuste fiscal alcanzó un superávit de 6 por ciento del producto en un país en el que una gran proporción de los habitantes se situó en condiciones de pobreza. El gobierno argentino propuso un audaz plan de restructuración de la deuda con sus acreedores que significó un ahorro de recursos y que no contó con el beneplácito del Fondo Monetario Internacional que tampoco acepta lo que considera un insuficiente ajuste fiscal. Hasta ahora no se ha hecho una política económica tan ortodoxa como la que se aplicó en México en 1995. Aunque los números indican una mejoría, la economía argentina aún va a resentir los efectos de la crisis por un largo periodo, sobre todo aquellos provocados sobre una población que históricamente había disfrutado mejores niveles de vida que la de otros países de la región §