La bioética no se limita a la medicina: Ruy Pérez Tamayo
La bioética, contra lo que muchos piensan, incluyendo los círculos católicos, no sólo es la ética médica, sino que busca combinar los valores morales y los avances científicos para una mejor calidad de vida del ser humano, afirmó el académico Ruy Pérez Tamayo, en una conferencia sobre el tema en la Casa de las Humanidades, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Médico cirujano y profesor emérito de la Facultad de Medicina de esa casa de estudios, Pérez Tamayo insistió en que la bioética no es sinónimo de ética médica, y explicó que la bioética describe los principios morales y las normas de comportamiento de los seres humanos ante todo el mundo biológico.
Y si bien incluye a la ética médica, la rebasa ampliamente, pues no se limita a los galenos sino a todos los hombres, ni se restringe a los enfermos sino que abarca a toda la naturaleza. La ética médica, añadió, es la rama de la bioética relacionada únicamente con los aspectos específicos de la práctica de la profesión.
''El peligro es la ignorancia''
El término fue acuñado por Van Rensselaer Potter, oncólogo de la Universidad de Wisconsin, en 1970, para aludir a los problemas que el desarrollo de la tecnología plantea a un mundo en plena crisis de valores, y con él llamó a superar la ruptura entre la ciencia y la tecnología, de una parte, y las humanidades por la otra. Dicho desarrollo otorga al hombre el poder de manipular la intimidad del ser humano y alterar el medio ambiente, y la ausencia de un aumento correlativo en su sentido de responsabilidad, por el que debía obligarse a sí mismo a orientar este nuevo poder en beneficio del propio hombre y de su entorno natural.
Es decir, añadió Pérez Tamayo, crear individuos sanos que amen la Tierra, y afirmó que el sentido de la palabra ha evolucionado al paso del tiempo, y subrayó: el peligro no es el conocimiento científico sino la ignorancia. La bioética afronta hoy problemas nuevos, pero cuenta con los mismos medios de siempre para resolverlos: el uso juicioso de la razón y la luz de los valores y principios coherentes con la forma específica de ser del hombre.
José Galán