Se derivan de dos denuncias por negligencia médica
Recibe la Secretaría de Salud recomendaciones de la CDHDF
La negligencia de médicos del área de urgencias del hospital de La Villa, administrado por el gobierno capitalino, derivó en la recomendación 3/2005 de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF). El señalamiento, dirigido a la Secretaría de Salud local, establece que Juan Carlos González Roa, quien presentaba ocho costillas rotas, heridas pulmonares y coágulos en el corazón, fue dado de alta luego de enyesarle el pie derecho. Minutos después de salir del nosocomio, González Roa falleció.
Tres meses antes, en el hospital Rubén Leñero, Juan Ambrosio Medina García fue maniatado para evitar que se lastimará "en estado de inconciencia". Sin embargo, los amarres le provocaron pérdida de sensibilidad en las manos. Posteriormente los doctores le aplicaron un tratamiento con rayos infrarrojos para revertir la falta de movimiento, pero la mala planeación de la terapia produjo quemaduras y la amputación de cuatro dedos. Este caso originó la recomendación 2/2005.
Durante la presentación de ambas recomendaciones, realizada en el salón Digna Ochoa y Plácido de la CDHDF, el titular del organismo, Emilio Alvarez Icaza, informó que el número de quejas contra el sector salud ha aumentado más de 50 por ciento desde 2003; el año pasado se emitieron mil 234 medidas precautorias, y en el caso de los servicios de salud que se brindan en los centros de readaptación social -también bajo la responsabilidad de la Secretaría de Salud del DF-, las denuncias más recurrentes son la falta de medicamentos, la negación de servicios y la indebida atención médica.
Investigación del ombudsman
La noche del lunes 3 de enero de 2004, Juan Carlos González Roa, chofer de un microbús, se vio involucrado en un accidente automovilístico en calles de Tultitlán, estado de México. Los paramédicos que atendieron la emergencia diagnosticaron que presentaba contusión toráxica, abdominal y pélvica, además de presentar contusiones en diferentes partes del cuerpo, por lo cual lo trasladaron al hospital de La Villa. A las 23 horas, Daniel Domínguez, cuñado de Juan Carlos, acudió al nosocomio en busca de su familiar. Enfermeras del área de urgencias le indicaron que se encontraba "en observación". Finalmente lo halló sentado en una silla de ruedas en un pasillo del hospital.
De acuerdo con la investigación realizada por la CDHDF, el registro médico inicial únicamente asentó el nombre, la edad y el domicilio del paciente, pero en los rubros relativos a signos vitales y análisis clínicos no hay ninguna anotación.
A las 6 de la mañana del día siguiente, González Roa fue dado de alta y tras abandonar el hospital, policías judiciales del estado de México lo trasladaron en calidad de presentado ante el Ministerio Público de Cuautitlán, para que declarara sobre el accidente, pero falleció antes de que le fuera tomada su declaración.
El presidente de la CDHDF, aseveró que en casos como los referidos no se puede "aceptar el usted disculpe", y además de buscar la reparación del daño, es prioridad que se tomen las medidas necesarias para evitar "la repetición de hechos".