Las autoridades y los cuerpos de seguridad, blancos de la crítica popular
Son más de 50 los muertos en los atentados en la capital británica
Admite el gobierno de Blair que se equivocó al disminuir en junio el nivel de alerta antiterrorista
Ampliar la imagen Restos del autob�e estall� jueves anterior en Tavistock Square FOTO Ap Foto: Ap
Londres, 8 de julio. La policía londinense informó hoy que las explosiones del jueves en el sistema de transporte de la ciudad causaron "más de 50 muertos", al tiempo que las autoridades y los cuerpos de seguridad británicos -blancos de críticas por no haber impedido los atentados- intentan confirmar que la red Al Qaeda es responsable de los ataques.
En los hospitales de la ciudad, que trabajaron durante 24 horas continuas para atender a unos 700 heridos, 22 personas permanecían hospitalizadas en condiciones críticas, con quemaduras severas, huesos fracturados y problemas de respiración derivados de la inhalación de humo.
Podría aumentar la cifra de muertos en la medida en que los servicios de rescate de la capital inglesa puedan llegar hasta las profundidades de los túneles del Metro, donde aún están los restos de un vagón que podría tener hasta 20 cadáveres.
La policía local informó este viernes que son 13 las personas que murieron al estallar una de las bombas en un autobús de dos pisos en Tavistock Square, cerca del Museo Británico.
Una docena de familias siguió el viernes la búsqueda de parientes que no han dado señales de vida en las últimas horas, mientras que en los sitios de las explosiones algunos londinenses colocaron ramos de flores.
El hecho de que los ataques explosivos hayan sorprendido a los cuerpos de seguridad británicos despertó polémica sobre la eficacia de los servicios de inteligencia, que recientemente habían bajado la guardia ante la posibilidad de un ataque.
Arrinconado por las críticas, el ministro del Interior británico, Charles Clarke, concedió parcialmente que el Centro de Análisis Terrorista del gobierno se había "equivocado" al disminuir en junio el nivel de alerta, de "severa específica" a "severa general".
Todos los servicios de inteligencia pensaban que el riesgo era "levemente menor", pero "evidentemente era un error", admitió el ministro, quien evitó responsabilizar a Eliza Manningham-Buller, directora de los servicios de inteligencia, el MI-5, de no haber impedido los atentados.
El primer ministro británico, Tony Blair; el jefe de la policía metropolitana de Scotland Yard, Ian Blair, y el alcalde de Londres, Ken Livingstone, también declinaron culpar al MI-5 en diferentes conferencias prensa.
"No tuvimos ninguna información previa a estos atentados y por supuesto vamos a analizar con mucha atención todos los elementos en manos de nuestros servicios de inteligencia, para ver si no se nos escapó algo. Pero no creo que se nos haya escapado algo. Estos atentados llegaron de la nada", afirmó Clarke.
Las declaraciones de hoy de los responsables de la seguridad pública en Londres contrastan con el hecho de que el 16 de abril Ian Blair alertó sobre la posibilidad de un ataque.
"Es muy claro en este momento que miembros de Al Qaeda apuntan contra Gran Bretaña", dijo entonces a la emisora BBC.
Aunque las autoridades no han determinado con certeza la autoría de las explosiones del jueves anterior, el ministro de Relaciones Exteriores británico, Jack Straw, y el jefe de Scotland Yard dijeron tras del ataque que los atentados del jueves tienen "la marca de la red Al Qaeda".
Hasta este viernes, solamente un sitio en Internet había publicado el comunicado de un grupo que se adjudica la autoría de los atentados en Londres, la desconocida Organización de la Jihad de Al Qaeda en Europa.
Según el diario británico The Guardian, el sitio al-qal3ah.com, registrado por una entidad denominada Qalaah Qalaah, de Abu Dhabi, utiliza un servidor de la red que está ubicado en Houston.
Sobre esa atribución en Internet, Ian Blair dijo que no está claro si el comunicado es real o si se trata sólo de una pista para desinformar.
Acerca de los autores del ataque, Clarke no descartó el involucramiento de Al Qaeda, y agregó que los acontecimientos de Londres presentan muchas similitudes con los de Madrid, del 11 de marzo de 2004, pero reconoció que hasta este viernes no hay evidencias de la supuesta vinculación entre ambos casos.
Los más altos funcionarios del gobierno británico y londinense destacaron hoy que nada debe distraer la búsqueda de los autores de los atentados y el análisis de los explosivos y de los tipos de detonador utilizados.
Scotland Yard dijo que por ahora ha descartado la hipótesis de atacantes suicidas. "No ha sido probada", señaló Andy Hayman, jefe de la sección antiterrorista de Scotland Yard, quien considera que la explosión que destruyó un autobús de dos pisos pudo haber sido causada "por una bomba dejada en un asiento o sobre el piso".
Cada una de las bombas que explotó el jueves contenía "menos de 10 libras" (unos cinco kilos) de explosivos, según Hayman.
El hecho de que los atentados hayan ocurrido en un lapso de 56 minutos demuestra que no fueron "cometidos por una sola persona", dijo Ian Blair al restar importancia a la hipótesis de supuestos atacantes suicidas.
Es por eso, precisó, que las autoridades británicas se encuentran "en el inicio de una investigación muy larga y compleja", pero "implacable".
La prensa londinense publicó hoy que las autoridades locales trataron de ocultar la gravedad del problema suscitado el jueves y evitar el pánico en la población, al difundir la versión de que las explosiones en los túneles habían sido causadas por cortocircuitos.
Esta primera versión, según medios locales, ayudó a Clarke a ganar tiempo y conseguir información sobre lo ocurrido.
La población de Londres, en tanto, intentó este viernes volver a sus actividades normales. Pese a que varias estaciones del Metro estuvieron cerradas, hoy los londinenses mostraron dos actitudes frente a la situación.
Unos salieron desafiantes a las calles y otros actuaron con temor o permanecieron en sus hogares, según describieron las agencias internacionales de noticias.
La reina Isabel II, quien visitó a los heridos hospitalizados, dijo que "aquellos que perpetraron estos actos brutales contra gente inocente deberían saber que no cambiarán nuestra forma de vida. Atrocidades como éstas simplemente refuerzan nuestro sentido de comunidad, nuestra humanidad y nuestra confianza en el dominio de la ley".
Las medidas de seguridad fueron intensificadas en todo el país, sobre todo en centrales de transporte público masivo. Un despacho de la agencia Dpa indicó que 31 mil policías entraron en acción en Londres, donde habitan 7.5 millones de personas.