El Congreso debe poner candados al gasto de 2006: experto
Riesgo de que recursos petroleros extras se desvíen hacia campañas
El gobierno federal obtendrá eventualmente al concluir 2005 al menos 12 mil millones de dólares por excedentes en los precios del petróleo y recaudación fiscal adicional, derivada de los otros nueve impuestos que se cobra a Petróleos Mexicanos (Pemex). Estos recursos deben ser rigurosamente auditados para evitar que pudieran ser desviados al financiamiento de campañas políticas con miras a la sucesión presidencial de 2006.
Lo anterior lo advirtió Fluvio Ruiz Alarcón, experto en temas energéticos, al señalar que el Congreso debe de imponer para el ejercicio presupuestal de 2006 mayores candados para evitar el uso discrecional de los recursos excedentes por la Secretaría de Hacienda .
El doctor en economía de la energía por la Universidad de La Sorbona de París, Francia, explicó que de prevalecer en todo el año un precio para la mezcla mexicana de petróleo de entre 38 y 40 dólares por barril, en promedio, el gobierno federal obtendrá por lo menos 3 mil millones de dólares por encima de lo presupuestado en el ejercicio 2005, los cuales se etiquetan en el Aprovechamiento de Recursos Excedentes (ARE).
Esa cifra es conservadora respecto de la previsión del Grupo Financiero Banamex, filial del estadunidense Citigroup, que estima que los ingresos por exportación de crudo serán superiores en más de 5 mil millones de dólares a lo presupuestado por el sector público.
Ruiz Alarcón, quien también obtuvo la maestría en la Universidad de Grenoble, Francia, detalló que, adicionalmente, el gobierno federal captará otros 9 mil millones de dólares mediante recaudación por derechos ordinarios, como los nueve impuestos adicionales que se cobran a Pemex, de los cuales Hacienda toma la mayoría para financiar el aumento en el gasto no programable.
El especialista señaló que los rubros que más aumentaron en el gasto no programable en lo que va del año son el que se refiere a los adeudos fiscales anteriores (Adefas) y el incremento en el costo de los combustibles destinados a la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Fluvio Ruiz, también asesor de la fracción del Partido de la Revolución Democrática en la Cámara de Diputados, aseveró que el paso de estos recursos por el rubro del gasto no programable es la parte más oscura en la que existe el peligro de que la liquidez en la economía por la entrada de divisas por los elevados precios del petróleo puedan ser desviados a las campañas políticas.
Informó que en el rubro del ARE, en los primeros cinco meses de este año se han acumulado 11 mil 900 millones de pesos. De éstos, 39.2 por ciento se reparte en 50 por ciento para estados y municipios y el restante 50 por ciento se otorga a Pemex para construcción de infraestructura.
En tanto el monto que queda después de descontar el gasto no programable se reparte en 25 por ciento al Fondo de Estabilización, y el otro 25 por ciento a mejorar el balance de las finanzas públicas, es decir, al pago de la deuda y 50 por ciento a Pemex.
El analista consideró que es imprescindible que el Ejecutivo envié en su proyecto de presupuesto para 2006 una reglamentación o ley para operar los fondos originados por ingresos petroleros extraordinarios.
El mercado petrolero continúa presentando incertidumbre acerca de la capacidad de abasto para el segundo semestre del año, debido a que en el ambiente internacional aún no se percibe que las economías con mayor empuje en la demanda de petróleo, como China y Estados Unidos, estén desactivando su dinamismo en aras de reducir su ritmo de consumo de productos petrolíferos.
Esto propició que Banamex haya revisado al alza su pronóstico de cotización de la mezcla mexicana de petróleo para todo 2005, al pasar de 35 dólares a 36 dólares por barril.