Asistieron a talleres y ofrecieron espectáculos gratuitos
Unos 400 payasos celebraron en Acapulco su encuentro nacional
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Competencia de costales durante la Olimpiada de los Payasos FOTO Archivo
Foto: Archivo
Acapulco, Gro., 7 de julio. Gordos o flacos, coloridamente elegantes o andrajosos, con cabelleras fosforescentes o pelones, excéntricos pero jamás sobrios, son los personajes que asisten al XVII Encuentro Nacional de Payasos y algo Más, que desde el lunes pasado y hasta hoy se realiza aquí llamando la atención de propios y extraños, que coinciden en que "nunca habíamos visto tantos payasitos juntos".
El payaso Pimpollín, Rodolfo Romero, es el coordinador general de este encuentro, que por segunda vez se realiza en este puerto, el pasado se realizó en Tlanepantla y el primero en la Alameda de la ciudad de México.
Pese a la seriedad que requiere la organización del encuentro, que reúne a cerca de 400 payasos, principalmente mexicanos, pero al que también asisten de Puerto Rico, España, Canarias, Estados Unidos y Canadá, Pimpollín viste de bermudas y camisa floreada como cualquier porteño, pero con el rostro pintado de llamativos colores y sobre la nariz una protuberancia de plástico rojo.
En medio de una fiesta, con un sol naciente después de la modorra de dos días de aguaceros torrenciales, centenares de payasos iluminaron el zócalo porteño y dieron una función gratuita de las artes que dominan: hacer reír a los niños y a los papás de los niños.
Pimpollín dice: "Los compañeros payasos de Acapulco pidieron este encuentro para traerlo aquí desde hace cuatro años. Iniciamos el pasado lunes y terminamos hoy jueves 7 de julio con una cena de gala y la premiación a los mejores trabajos presentados".
El organizador dice que éste es un encuentro "donde todos los compañeros vienen a aprender en los talleres que se imparten aquí. Hay de malabares, de magia, cómo hacer una entrada cómica, cómo cantar y, lo más importante, como hacer concursos".
Con toda seriedad, olvidándose por un momento de su actividad profesional, comenta que tendrán concursos de actuación y magia chusca, la cual, dice, "es muy diferente a la que hace un mago".
También asisten los payasos pícaros, que hacen show para adultos, con comicidad de doble sentido, nos dice, pero "sin caer en lo grotesco".
Entre los payasos existen características que los diferencian unos de otros, como el maquillaje, pues existen los vagabundos (que usan tonos negros y facciones tristes); los cara blanca y los augustos, que son los que utilizan tonos rosa en su rostro.
Otro rasgo característico de un payaso es su vestuario, que puede ser caro, entre 8 y 10 mil pesos, o puede ponerse encima lo que encuentre. Esto no depende de sus ingresos, sino de su creatividad, pues puede cobrar desde 300 y hasta 7 mil pesos por función.
La payasita Arcoiris
Es acapulqueña y tiene tres años haciendo reír a los niños. Es de los llamados cara blanca, aunque su número principal no está exento de picardía, pues representa a su manera el show Sólo para mujeres.
Para ello, Arcoiris utiliza a tres bailarines, los cuales utilizan máscaras de tres presidentes de México. Así, el que lleva la máscara de Vicente Fox se hace llamar Alexis Ayala; Ernesto Zedillo es Ernesto Laguardia y Carlos Salinas es Jorge Salinas. Este acto fue unos de los más festejados por los niños y sus papás en esta fiesta gratuita que lleva ya tres días en Acapulco, y que hoy llega a su fin.