Corre mujer canadiense en San Fermín

Pamploma, España, 7 de julio. Una joven canadiense de 19 años fue pisoteada el jueves por los toros, uno de los cuales perdió un cuerno, en el primer día de encierros de las fiestas españolas de San Fermín por las calles del casco viejo de Pamplona.

Los jóvenes corrieron delante de seis toros de media tonelada. Los encierros de una semana de duración, en los que los toros recorren 825 metros cada día, han matado a 15 personas desde 1910.

Las mujeres raramente corren y durante años les estuvo prohibido hacerlo, pero este año la canadiense de 19 años Alexandra Popovska se arriesgó.

"El rebaño completo se fue hacia ella y la pisó", dijo una portavoz del hospital, añadiendo que la lesión no era grave. Un español de 33 años también resultó herido.

La pérdida de un cuerno

Uno de los animales, que perseguía a un corredor que saltó una de las vallas, se quedó enganchado en ellas.

Tras unos 15 segundos -un momento muy largo en un encierro que dura menos de tres minutos- otro atrevido corredor tiró con fuerza para liberar al enorme toro, que entonces reanudó su carrera por las calles.

Su caída se produjo en uno de los puntos más peligrosos, sobre cuyos adoquines las autoridades rociaron un antideslizante.

El toro volvió a caer poco después y llegó al final con uno de sus enormes cuernos colgando, lo que supone que no podría salir en la corrida de la tarde del jueves para enfrentar al matador.

"Es lo mejor que he hecho, pero nunca lo volveré a hacer", dijo el australiano Michael Lawson, un contable de 26 años llegado de Melbourne, y uno de los cientos de miles de turistas que cada año llegan a la capital navarra, inspirados muchos en la novela Fiesta, de Ernest Hemingway.

"Estás ahí (esperando a los toros) con tus amigos, rezando para no morir", agregó Lawson.

Otro australiano de Melbourne, el primerizo Aaron Gooley, dijo que tuvo suerte de salir ileso y que una vez es suficiente.

Muchos vienen por primera vez, pero otros, como el francés Jean Louis Desperies vuelven año tras año.

"Es una pasión", manifestó el hombre de 50 años, que cumple 10 yendo a Pamplona. "Todos los sufrimientos se quedan detrás".

Reuters