Primera entrega del Premio Nacional la Palma en ciencias antropológicas
Reconocen el quehacer científico de Arturo Romano y Guy Stresser-Péan
Develaron placas en memoria de Ignacio Bernal y Román Piña Chan, entre otros
La Academia Mexicana de Ciencias Antropológicas (AMCA), que apoya el desarrollo de esas disciplinas, otorgó por primera vez este miércoles la Palma, Premio Nacional en ese campo, por su trayectoria y obra científica, a Arturo Romano Pacheco y Guy Stresser-Péan, en el Museo Nacional de Antropología.
Los galardonados con la Palma, copia a escala menor en plata y con base de obsidiana de las esculturas monumentales prehispánicas de las civilizaciones del centro de Veracruz, se mostraron emocionados por el reconocimiento.
Stresser-Péan, de 92 años, se dedicó al estudio arqueológico y etnológico en la Huasteca, mientras que Romano Pacheco, de 84 años, planteó las bases del desarrollo de la antropología forense y su integración a la criminalística. Es el primer experto mexicano en colaborar de manera permanente en los servicios periciales de la Procuraduría General de la República.
El director del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Carlos Serrano Sánchez, recordó que en los años 40, cuando Romano comenzó su profesión académica había un decidido interés en la osteología planteada como el estudio de los restos esqueléticos de los hombres prehispánicos, pero el desarrollo técnico metodológico en esa rama era limitado.
Persisten muchos retos
En la actualidad, en México se realizan estudios prácticamente a la par de los países más adelantados, expresó Romano, maestro emérito del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Sin embargo, reconoció que todavía hay muchos retos para las disciplinas antropológicas por tratarse de ciencias aplicadas ''que no están dormidas''.
En la osteología antropológica, Romano contribuyó con el conocimiento de las poblaciones antiguas de México sobre material óseo de origen arqueológico. Sus estudios de la prehistoria incorporaron descripciones y análisis sobre las primeras ocupaciones del territorio nacional, por medio de los restos humanos precerámicos; además, realizó estudios sobre las deformaciones craneales.
Romano es precursor de la nueva corriente de antropología forense que es la práctica de la antropología física es-quelética aplicada a cuestiones legales, a los hallazgos de evidencias osteológicas humanas producto de delitos.
''Su imagen de investigador de las poblaciones prehispánicas y su buena formación de experto craneológico se han redituado en sus trabajos publicados, que han constituido la posición destacada de la línea de investigación osteológica en la antropología física mexicana", comentó Serrano Sánchez.
Graduado en antropología, ciencias políticas y geología en la Sorbona, en París, Guy Stresser-Péan dedicó 70 años a investigar y resaltar la riqueza etnológica, arqueológica e histórica de los huastecos.
Interesado en cubrir las expresiones de la cultura huasteca, Stresser-Péan realizó una investigación de códices y en 1995 publicó el libro El Códice de Xicotepec: estudio e interpretación.
Una de sus obras más relevantes, en coautoría con Claude Stresser-Péan, se titula Tamtok, sitio arqueológico huasteco, su historia, sus edificios, en el cual se ofrece un amplio panorama de sitio, que va desde una visión etnohistórica y etnológica, la descripción y análisis detallado de su arquitectura.
Asimismo, en la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia se develaron las placas conmemorativas del trabajo realizado por 17 antropólogos e historiadores, entre los que figuran Ignacio Bernal y García Pimentel, Alfonso Caso y Andrade, Manuel Gamio, Joaquín García Icazbalceta, Pablo Martínez del Río, Román Piña Chan y Alberto Ruz Lhuillier.