James Cason será el próximo embajador estadunidense en Paraguay
Anuncia el jefe de la Sección de Intereses de Estados Unidos el fin de su misión en Cuba
El polémico diplomático defendió en su despedida el bloqueo económico contra la isla
Ampliar la imagen
Fotograf�de archivo del diplom�co. A la derecha, la provocadora Estatua de la Libertad FOTOS Ap y Efe
Foto: Ap y Efe
La Habana, 5 de julio. En tono polémico, en sintonía con el perfil de su desempeño de casi tres años, el jefe de la Sección de Intereses de Estados Unidos, James Cason, anunció el lunes el fin de su misión en Cuba.
Desde que Jimmy Carter acordó con Fidel Castro en 1977 la apertura de secciones de intereses (con rango inferior al de embajada) en ambas capitales, ninguno de los anteriores nueve jefes de la misión estadunidense en La Habana estuvo, como Cason, en constante fuego cruzado de discursos y propaganda con el gobierno de la isla.
De 60 años de edad, graduado en relaciones internacionales y egresado de la Escuela Nacional de Guerra de su país, con ensayos premiados por la Agencia de Inteligencia de la Defensa y la junta de jefes de las fuerzas armadas, ex asesor de la Organización del Tratado del Atlántico Norte y con misiones en siete países de América Latina y el Caribe, inclusive en Honduras durante la guerra contra la revolución sandinista, Cason asumió su cargo en La Habana el 10 de septiembre de 2002.
Este lunes ofreció una recepción en su residencia, por el aniversario de la independencia de su país, y leyó en español un discurso de despedida, de poco más de cuatro páginas, en que defendió el bloqueo económico a Cuba y su activismo.
"Nada se conseguirá, y de hecho nada se ha conseguido en estos 47 años, con ser corteses con un dictador", dijo Cason. "Si con quedarnos callados se obtuvieran reformas políticas, nos quedaríamos callados. Si creyéramos que el levantamiento del embargo pudiera conducir a una Cuba democrática, mañana mismo tuviéramos aviones Jumbo 747 de estadunidenses en las pistas".
En réplica a los calificativos de "provocador" que le ha prodigado el gobierno cubano, Cason preguntó: "¿Acaso constituye una provocación señalar que los cubanos viven bajo uno de los regímenes más represivos del mundo?" (...) "¿Acaso constituye una provocación organizar actividades para los disidentes en favor de la democracia o para sus familiares?"
En línea con la óptica del presidente George W. Bush hacia Cuba, Cason tuvo frecuente contacto con opositores, pero en su discurso negó una de las principales acusaciones de La Habana, respaldar económicamente a esos grupos, operación que reconoció en "miembros de la comunidad cubana en el exilio".
Trabajar para Estados Unidos mediante la oficina de Cason fue, en sustancia, la principal acusación penal contra los 75 opositores detenidos en marzo de 2003, poco después que el diplomático asistiera a una reunión antigubernamental.
La espiral de choques verbales entre Cason y el gobierno cubano desembocó el pasado fin de año en una avalancha de carteles, pintas y concentraciones frente a la Sección de Intereses, como reacción a la colocación de un número 75 dentro de los motivos navideños de esa oficina, en alusión a los opositores presos.
La contienda rebasó cualquier margen diplomático y aún subsiste. Las autoridades llaman "cabo" al jefe de la Sección de Intereses, tachándolo así de funcionario de baja categoría. La televisión difunde un dibujo animado, en que un personaje parecido a Cason se convierte en mago al conjuro de una palabra ("cachán") y con su varita lleva a Cuba al capitalismo, pero es repudiado por la población y huye convertido en rata.
En su último acto público, Cason exhibió el lunes en el patio de su residencia una monumental imagen de la Estatua de la Libertad, armada con foquitos de colores y coronada en la antorcha con el número 75.
A sus invitados, entre quienes no había funcionarios cubanos, entregó puros forjados de una cosecha de tabaco de su jardín, con denominaciones como Cabo Cason, Cuba Libre 75 y Buen Imperio y en plena fiesta se unió al coro de un grupo musical que en parte decía "cachán, cachán".
Esta semana era inminente el anuncio oficial de que Cason será el próximo embajador de Estados Unidos en Paraguay.