Ramón Valdiosera: buscábamos demostrar al mundo que aquí queremos al negro

El timbre de Memín, parte de un plan para dignificar la historieta mexicana

Los estadunidenses se ponen en rídiculo al hacer un escándalo internacional, señala

ERICKA MONTAÑO GARFIAS

La idea original de llevar a Memín Pinguín a los sellos postales es del historietista mexicano Ramón Valdiosera Berman, quien desde diciembre pasado se dio a la tarea de presentar el proyecto ante el Servicio Postal Mexicano (Sepomex), obtener el permiso de la Editorial Vid para el uso del personaje y realizar el diseño de los timbres, al lado del dibujante Sixto Valencia, cuya emisión se agotó el viernes en el Palacio Postal a las 17:30 horas.

El proyecto del sello de Memín se inserta sobre todo en la cruzada que Valdiosera Berman, el primer diseñador de modas que llevó a una modelo negra a la pasarela en La Habana, realiza desde hace un lustro para rescatar la historieta mexicana, "que ha caído en la pornografía porque los dibujantes por hambre aceptan trabajar en editoriales donde nada más se hace pornografía. Intento dignificar la historieta mexicana".

No creí que fuera a existir esta reacción por parte de Estados Unidos, sobre todo porque, después de las declaraciones del presidente Vicente Fox, la intención era llevar al mundo a Memín, que es un personaje simpático y demostrar que no hay discriminación, aseveró Valdiosera en entrevista con La Jornada.

"Sicológicamente era marcar a Estados Unidos y al mundo que en México queremos al negro y despertar simpatías", reiteró quien fuera el director de las historietas El Chamaco y Pepín, de la que salió el personaje de Memín Pinguín, y en la que publicó el personaje de Relámpago Kid, quien tenía de sparring al negrito Maraca.

Creí, añadió, que era una buena idea poner a Memín Pinguín en un timbre, sobre todo después de que Sepomex sacó la estampilla de Borola Tacuche, de La Familia Burrón; de que hace unos años en 14 países se emitió una serie postal por los 50 años de Walt Disney y de los timbres conmemorativos que se hicieron en Estados Unidos para celebrar la historia de los comics de ese país.

Ya desde el miércoles pasado, cuando se canceló la primera estampilla con la imagen de Pinguín, Ramón Valdiosera adelantaba una posible reacción por parte de Estados Unidos, aunque aclara: "Manelick de la Parra contó la anécdota de que el personaje de esa historieta fue resultado de la visita que su madre, Yolanda Vargas Dulché, realizó a Cuba donde le habían caído bien los negritos. Dije: 'sólo falta que crean que Memín Pinguín es una cosa pro Cuba'. Nunca pensé que agarrarían el tambor de la discriminación ni que tendrían la audacia de pedir que se retirara la serie.

"¿Por qué no le dijeron nada a Will Eisner que tiene a Ebony, el ayudante de Spirit, que es más bembón y ojón que Memín? Además durante 70 años ellos no tuvieron personajes negros en sus historietas y cuando comenzaron a incluirlos eran de rasgos blancos pero pintados de café. Eso también es una forma de discriminación."

Por otra parte, los blancos estadunidenses ya están conscientes del poder político y económico de los afroamericanos y saben que la solución es el mestizaje, por eso casi lo recomiendan en las películas, como en El guardaespaldas, donde hay un idilio entre Kevin Costner y Whitney Houston, y muchas otras filmadas recientemente.

Saben otra cosa: "que al blanco le gusta la gente de color. Basta recordar que el presidente Jefferson tuvo de amante a una mujer de color ¡y se asustan por una caricarurita y se ponen en ridículo haciendo un escándalo internacional!".