Usted está aquí: domingo 3 de julio de 2005 Estados Personal de la CFE continúa con las labores de construcción de La Parota

Los habitantes del poblado Los Mayos no serán removidos de su comunidad

Personal de la CFE continúa con las labores de construcción de La Parota

Lugareños denunciarán que se deforesta la selva para la edificación de caminos

MISAEL HABANA DE LOS SANTOS CORRESPONSAL

Las Parotas, Acapulco, Gro., 2 de julio. Trabajadores de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) continúan con la realización de labores preparatorias para la construcción de la presa hidroeléctrica La Parota, en los 30 poblados que conforman los bienes comunales de Cacahuatepec, destruyendo selva caducifolia, pese a que esto ha sido negado por el director de la paraestatal, Alfredo Elías Ayub.

Lo anterior se pudo comprobar luego de un recorrido que La Jornada efectuó por el lugar en compañía de comuneros del Consejo de Ejidos y Comunidades Opositores a la Presa La Parota (CECOP). Se pudo apreciar que en la zona en cuestión había una cuadrilla de cinco hombres con uniformes de la CFE que colocaba mojoneras (señalizaciones del punto de partida) cada 20 metros, las cuales tienen numeraciones como 22+760, 22+780, etcétera.

Frente al área conocida como Las Parotas, al otro lado del río Papagayo -donde la paraestatal efectúa trabajos de perforación de los cerros "utilizando explosivos sin la autorización de la Secretaría de la Defensa Nacional", según los campesinos-, se observaron tres camionetas pick up de la CFE y una máquina buldózer, utilizada para abrir brechas y caminos en el área donde se supone estará la cortina de la presa que inundará 17 mil hectáreas y será tres veces más grande que la bahía de Acapulco.

Cemda documenta la deforestación

Priscila Rodríguez Bribiesca, abogada del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda), después de realizar un recorrido por el lugar, aseguró que "están talando y desmontando la selva caducifolia sin los permisos respectivos de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales; eso lo tenemos documentado nosotros y por eso presentamos la denuncia".

Dijo que a pesar de que no se han iniciado ni siquiera los trámites de expropiación respectivos para poder trabajar legalmente en las tierras comunales, personal de la paraestatal ha comenzado a realizar obras sin la autorización de los campesinos y sin el cumplimiento de la normatividad agraria respectiva, lo que motivará "una demanda ante el Tribunal Agrario seguramente o una solicitud de amparo".

Informó que el próximo lunes "vamos a probar al Ministerio Público Federal que, efectivamente, existen estos caminos que hemos denunciado, lo cual había sido negado por el director de la CFE, Alfredo Elías Ayub, para tratar de acreditar la responsabilidad de los altos funcionarios de la empresa paraestatal o de quien resulte responsable por la devastación de la selva".

La comunidad de Garrapatas, de 500 habitantes, quienes se oponen a la construcción de la presa hidroeléctrica porque sus tierras quedarán anegadas, tiene otra peculiaridad: en los dos recientes procesos para elegir diputados federales y gobernador del estado decidieron que allí no habría comicios y no votaron, "porque no tiene caso, el gobierno nos tiene olvidados".

En una pared de una casa de adobes de dicho poblado, ubicada a un lado del árbol de bocote, donde los comuneros hacen sus asambleas, algún lugareño pintó la leyenda "el que quiera ser águila que vuele, el que quiera ser gusano que se arrastre, pero no grites cuando te aplasten", así como otras frases contra la edificación de la presa.

Alfonso García Vázquez, labriego de Arroyo Verde, aldea situada a un lado de Garrapatas, comenta: "debido a que la CFE sigue con estos trabajos, cuando el Tribunal Unitario Agrario determine la impugnación que interpusimos, allí se le va a terminar la mentira de que su acta es legal, y los trabajadores de la paraestatal van a tener que retirarse, porque están afectando de manera directa el medio ambiente".

Durante el recorrido que realizó La Jornada en compañía de 20 comuneros, hombres y mujeres, se constató que los lugareños mantienen su postura de rechazo al proyecto de la Comisión Federal de Electricidad, no obstante que hay otras comunidades como Los Mayos, donde incluso se han dado facilidades a la empresa para que realice los trabajos preparatorios para la construcción de la presa hidroeléctrica La Parota.

Los habitantes de Los Mayos no serán removidos porque su pueblo está ubicado en la punta del cerro que queda fuera de la zona que será cubierta por el agua, refiere Juan García Valente, quien al igual que sus dos hermanos, Pedro y Sotero, ya resultaron afectados por la CFE pues cuando ingresaron camiones de la paraestatal derribaron las cercas de sus terrenos poblados de árboles de espinos.

Los habitantes del poblado de Garrapatas señalan que la empresa gubernamental les aseguró que les darían casa en un cerro localizado cerca de la comunidad Barrio Nuevo de los Muertos, pero advierten, "no saldremos de nuestro pueblo, principalmente porque aquí nacimos y aquí están nuestros muertos, y en segundo lugar porque los de Barrio Nuevo ya nos mandaron decir que no permitirán que les quiten terreno para que nos reubiquen".

Mencionaron que los residentes de Barrio Nuevo también les enviaron un consejo: "No sean cobardes, defiendan sus tierras".

 
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