ASTILLERO
Martina Pinguina
¿Por qué Memín?
SRE: Lágrimas y Risas
¡Fuera pasamontañas!
LA MAMA EUFROSINA del escándalo internacional de Memín es la señora Marta Pinguina. La elevación a los retablos postales de la imagen del negrito orejón es simplemente uno más de los intercambios de favores que se han dado entre instituciones del gobierno federal y empresas editoriales que son generosas y amables con los proyectos de la esposa del señor Vicente. Jorge Velasco y Félix, actual director de la Comisión Nacional de los Libros de Texto Gratuitos (Conaliteg), fue director de 1982 a 1991 de Editorial Vid, la firma propietaria de la historieta cuyo precoz héroe con tenis apareció de pronto en estampillas mexicanas para enojo de la Casa Blanca, de grupos étnicos estadunidenses y de mexicanos como María José Hernández R. y Manuel Ureña P., que ayer mismo advertían en El Correo Ilustrado de La Jornada sobre el contenido "racista y ofensivo" de la aparentemente ingenua inclusión de Memín Pinguín en el catálogo filatélico reciente. Hasta ahora, Velasco y Félix ha sido un habilidoso triangulador de recursos que ha permitido a la señora Marta hacerse de voluminosas cargas de libros (Cómo proteger a tus hijos contra las drogas, por ejemplo) fundiendo recursos públicos y privados que finalmente desembocan en las bodegas físicas y políticas de la fundación Vamos México. En ese contexto de afinada colusión de intereses, la aparición del citado pingo infantil en sellos postales mexicanos (que ayer alcanzaban cotizaciones elevadas en subastas de Internet) estaría abonando la campaña de fortalecimiento de una historieta que en diciembre de 2001 volvió al mercado y despliega actualmente un esfuerzo de venta de ejemplares y de mercancías asociadas. La insensibilidad, la incultura (o, más bien, la cultura reducida al cómic) y la frivolidad llevaron al personaje estrella de una empresa amiga a la primera plana postal porque así se han manejado los asuntos públicos en la actual administración, con un evidente y celebrado conflicto de intereses, entregando el manejo de lo público a empresarios que ven por su interés personal, el de sus amigos, el de las compañías "cercanas" y, al final, si algo queda, el de la nación.
ES INCREIBLE LA capacidad del gobierno foxista para armar escándalos internacionales a partir de detalles previsibles o controlables. Ya estaba el precedente de las declaraciones vicentinas sobre trabajos asumidos por mexicanos en Estados Unidos que ni los negros querrían realizar. La irritación generada por aquellas palabras parecería ínfima comparada con el revuelo logrado ahora con el asomo en parcelas filatélicas del negrito cuyos amigos son, ¡oh, ironías de la vida política actual!, Carlangas, Ernesto y Ricardo, nombres que evocan a otro orejón con suerte salina, al ex presidente que ahora es bolero de Washington, y al jefe de sal en pliegos que tiene comisionado a un propio en radio y televisión de Los Pinos. Pero el guión de Lágrimas y Risas parece inacabable: Patricia Olamendi anunció ayer que hoy renunciará formalmente al puesto en el que desde hace rato hacía como que estaba. El primer golpe seco se lo había llevado justamente en el entorno del desliz vicentino sobre negros que no quieren ciertos trabajos: a la subsecretaria de Relaciones Exteriores se le hizo fácil extender una disculpa sobre el tema pero Rubencito-Vicente de inmediato la desmintió. Lo mismo hizo ayer Aguilar-Fox en cuanto a la posibilidad de que haya tropas mexicanas en misiones de Estados Unidos: Olamendi abrió la puerta y el vocero de Los Pinos la cerró sin miramientos. La funcionaria dijo que ya no podía soportar más lo que llevaba largos años soportando, y aprovechó el momento de deslinde que propicia el 2 de julio venidero para dejar las glorias presupuestales del voto útil. En realidad, Rubén Aguilar simplemente reiteró la posición oficial de Vicente Fox, quien desde mayo del año pasado había enmendado la plana a Luis Ernesto Derbez, quien en Madrid había planteado la tesis de que si México contribuye de manera preponderante al financiamiento de las Naciones Unidas también debería enviar tropas a las misiones de paz. Ahora Olamendi ha renunciado porque el vocero presidencial sostuvo la postura de Fox y no la cambió a favor de las pretensiones de una subsecretaria. Sólo faltaría que, en plena congruencia, Derbez también renunciara, pues ayer mismo insistió en la tesis que el Presidente, terco, se empeña en no aceptar.
LA HISTORIETA ZAPATISTA anunciaba en su más reciente entrega el inicio de otro recorrido nacional, éste a cargo de comandantes en pacífica misión política, buscadores de alianzas imposibles, predicadores del nuevo evangelio sin pipa. ¡Bienvenidos a la realidad!, podrían decir con singular alegría los precandidatos y dirigentes partidistas que han convertido en negras las aguas a las que ahora se lanzan los insurgentes chiapanecos deseosos de explorar otras dimensiones de lucha. La constitución del Partido Zapatista de Liberación Nacional debería llevar a la presentación de candidatos que fuesen registrados por fuerzas aliadas, ya que el PZLN no tendría personalidad reconocida; y tanto los jefes en gira nacional, como el subjefe resguardado, deberán ir programando el día y la manera en que habrán de despojarse de pasamontañas y arreos bélicos, llegado como parece el virus de la política abierta al cuerpo rebelde.
Y, MIENTRAS LLEGA Lech Walesa (el único polaco en una celebración de aprendices de político), y los gobernadores panistas organizan acarreo para el acto del 2 de julio cuya responsabilidad ha sido transferida a risibles membretes de ocasión, y los tucomes se niegan a decir cuánto han gastado sus precandidatos presidenciales en anuncios electrónicos, y la profesora Elba Esther se aferra a que a ella le toca sustituir a Roberto Madrazo en la dirigencia priísta, y 4émoc sigue adelante en el tejido de su cuarta opción, y el peje critica el turismo político, ¡feliz fin de semana!
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