Opositores de Chuayffet se ausentan de San Lázaro y el rechazo no logra mayoría
División priísta impide desechar las observaciones de Fox al presupuesto
Partidarios de Gordillo y Madrazo se cobran afrentas infligidas por el coordinador parlamentario
El motivo principal por el que fue convocado el periodo extraordinario de sesiones de la Cámara de Diputados naufragó: la fracción parlamentaria del PRI se dividió por influencia de Elba Esther Gordillo, de la Secretaría de Hacienda y de los ajustes de cuentas contra Emilio Chuayffet Chemor, a tal grado que no fue posible reunir las dos terceras partes del pleno camaral para aprobar el dictamen de la Comisión de Presupuesto que desechaba las observaciones del Ejecutivo al Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2005.
Durante la jornada de ayer en San Lázaro la preocupación asomó en Chuayffet, quien no logró ni en su bancada sumar los votos necesarios para rechazar definitivamente las observaciones de Vicente Fox. No obstante, contó con el respaldo coyuntural de PRD, PT y PVEM (Convergencia jugó del lado del Ejecutivo). Sin embargo, el PRI consiguió darse a sí mismo una salida al enredo, que consistió en regresar a comisiones el dictamen y posponer hasta el 31 de diciembre, en caso extremo, la sesión en la cual se aborde el tema.
En un movimiento desesperado, como ha ocurrido en los días recientes desde que se confrontó con los madracistas al remover a Angel Buendía de la Comisión de Presupuesto, Chuayffet se presentó con los diputados del PAN a ofrecerles la aprobación de la Ley de Presupuesto -que de facto reconoce la facultad de veto al presupuesto al Presidente de la República-, a cambio de que Acción Nacional votara en favor del dictamen referido. La respuesta contundente fue negativa.
Desde el miércoles pasado la Comisión de Presupuesto decidió desechar, mediante un dictamen, las observaciones del Ejecutivo y sólo aceptó -como estableció Chuayffet- las correcciones gramaticales, haciendo a un lado las de fondo definidas por la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Esa información, publicada en este diario, propició que la Secretaría de Hacienda iniciara una estrategia destinada a reventar la sesión del día de ayer mediante llamadas telefónicas a diputados, advirtiéndoles que la Comisión Nacional Bancaria y de Valores tenía en su poder el historial de sus cuentas bancarias. Tal fue el caso de los legisladores del PT, que hicieron caso omiso de la peculiar insinuación. "No tenemos cola que nos pisen y eso nos da autoridad", afirmó el petista Oscar González Yáñez.
También los diputados verdes recibieron amenazas y su coordinador, Manuel Velasco Coello, aceptó lacónico y con un gesto de molestia el hecho: "Pues sí, nos han llamado y vamos a ver cuántos de nosotros vienen o se quedan".
Lo evidente ayer en San Lázaro fue que los diputados leales a Elba Esther Gordillo, es decir, los de origen magisterial, todos priístas, no asistieron a la sesión ni tampoco los 21 diputados del PRI por Veracruz, que junto con los de Convergencia sumaron una fuerza que impedía lograr el número necesario para rechazar definitivamente las observaciones de Fox al presupuesto de este año.
Chuayffet hizo esfuerzos por negociar y, vencido por el peso de sus propios correligionarios, se presentó a las oficinas de Pablo Gómez en el basamento del Palacio Legislativo. Ahí se acordó, como salida, sacar de la agenda de la sesión extraordinaria el tema de las observaciones del Ejecutivo y devolver el dictamen a comisiones para su revisión, lo cual implica que el plazo para dirimirlas en el pleno puede llegar hasta el 31 de diciembre. Se estudió detenidamente que el presidente de la mesa directiva no incurriera en un posible desacato, porque el texto de la Corte nunca establece una fecha definitiva para que la Cámara resuelva.
El coordinador del área económica del PRD, Alfonso Ramírez Cuéllar, responsabilizó al PRI de la situación: "Es el partido kamasutra, porque ha tomado muchas posiciones y ninguna de ellas resolvió el caso".
Con dureza, el coordinador del PT, Alejandro González Yáñez, denunció directamente "la operación truculenta de la Secretaría de Hacienda para comprar diputados. Queda claro que Vicente Fox ya no es el Presidente de México, porque el presidente de facto es Francisco Gil. El secretario de Hacienda se quiere convertir en el gran legislador y nosotros no lo vamos a permitir".
Al concluir la última sesión del periodo extraordinario, Emilio Chuayffet, Pablo Gómez, González Yáñez y Jesús González Alvarez -de Convergencia, que de última hora cambió el sentido de su voto- enviaron al presidente de la Cámara, Manlio Fabio Beltrones, una solicitud formal para que el tema de las observaciones quedara fuera del orden del día, argumentando que de tomarse esa decisión no se incurría en desacato a la Corte.
El acuerdo provocó el enojo de los panistas. Germán Martínez, con el peso de la derrota, acusó a los diputados de esas bancadas de "sacatones" y los conminó a debatir.
La réplica correspondió al coordinador perredista, Pablo Gómez, quien reveló la connivencia de priístas con el gobierno federal: "Nadie puede negar que en este momento hay más de 30 diputados priístas ausentes, ni que otros del PRI mantienen una posición contraria al contenido del dictamen. Sería necio negar la realidad; por eso no le conviene a la mayoría. Hablamos del país, no le conviene el voto, sino postergar la votación para otro momento".
Al concluir, Emilio Chuayffet fue entrevistado por la televisora del Canal del Congreso. Acusó a la Secretaría de Hacienda de impedir el ejercicio del presupuesto para presionar a los agentes políticos, no sólo a los diputados, sino también a los estados. "Nosotros creemos que eso no se vale. No se cae en desacato por parte de la Cámara de Diputados", declaró.