Que el EZ se deje de ambigüedades, señala el PAN
Hay espacio para que participen en política, sostiene Gobernación
El obispo de Saltillo, Raúl Vera, afirmó que los llamados del subcomandante insurgente Marcos son una esperanza para el mundo indígena, y una alerta para México y la sociedad civil sobre el rumbo que tomará la lucha por la defensa de los derechos e integridad de las etnias. Mientras, la Secretaría de Gobernación (SG) expresó que existe "un gran espacio" para que el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) participe en la vida política del país.
Por otra parte, la dirigencia del Partido Acción Nacional (PAN) rechazó la postura de la Presidencia de la República sobre el Ejército Zapatista. El presidente del blanquiazul, Manuel Espino, señaló que los zapatistas no son tema para su instituto político; el EZLN primero debe dejarse de ambigüedades, dijo.
Señaló que los insurgentes antes deben explicar qué quieren y a dónde quieren ir. "Que desenmascaren su plan y entonces platicamos de eso", afirmó.
Francisco Barrio Terrazas, aspirante a la candidatura del PAN a la Presidencia de la República, manifestó abiertamente su desacuerdo con la forma en que el vocero presidencial, Rubén Aguilar, planteó el desistimiento de la acción penal contra los líderes zapatistas, porque se interpreta como una acción unilateral y sin condiciones.
"En política a nadie se le puede ni se le debe dar un cheque en blanco, y menos si no se le conoce ni el rostro", comentó el ex líder de los panistas en la Cámara de Diputados.
El vocero de Presidencia no habla de una condición mínima para que se retiren los cargos; dicha condición debería ser que los zapatistas regresen al diálogo y pactar el desarme con el propósito de que se conviertan en un grupo político, afirmó.
Barrio Terrazas reconoció que la Presidencia de la República tiene la facultad de retirar los cargos, pero consideró que no pueden ser hechos a un lado así nada más, para invitarlos a que se sumen a la lucha democrática y sin siquiera pedirles que dejen las armas. "¿En dónde se ha visto eso?", se preguntó el ex gobernador de Chihuahua.
Por su parte, el subsecretario de Gobierno de la Secretaría de Gobernación, Felipe González, dio "la bienvenida (al pronunciamiento del EZLN). Le puedo asegurar que hay un gran espacio para que ellos se manifiesten como una opción política".
En entrevista por separado, Raúl Vera lamentó que los obispos de este país carezcan de una estructura para apoyar la inserción de los indígenas al resto de la sociedad.
Aseguró que los reclamos del EZLN son los mismos que tienen desde 1994, sólo que ahora se dan en un México que "se ha deteriorado más, con un futuro político todavía más incierto, con un fracaso de la transición (democrática)", y por eso, precisó, resulta interesante que alcen la voz, porque reflejan que no hay solución a sus demandas, entre ellas la negativa de brindarles una ley y la falta de instancias que acompañen el proceso del movimiento político de los insurgentes.
Vera López lamentó que en estos momentos la Iglesia católica no tenga una estructura que ayude a los indígenas a integrarse a la vida nacional y que, al igual que a otros grupos, a la jerarquía le fallara la "táctica" de considerar que la aprobada ley de derechos y cultura indígenas respondía a las exigencias de los zapatistas.
Eso condujo a la desarticulación de la comisión para la conciliación y la paz, instancia creada por la Conferencia del Episcopado Mexicano después de la aparición del grupo insurgente en la escena nacional.
México, insistió el obispo, necesita de las aportaciones indígenas en este momento "caótico que estamos viviendo, en el que vemos a una clase política entregada a la rebatinga por el 2006; a un Congreso (de la Unión) entretenido en luchas e intereses partidarios, y (a un gobierno) con la intención de celebrar el 2 de julio un Estado democrático".