Todavía tenemos una espina en la garganta: Emerson
Brasil quería a Argentina en la final de la Confederaciones
Nuremberg, Alemania, 26 de junio. La victoria de hoy de Argentina sobre México abrió a los jugadores de Brasil el camino hacia la final soñada de la Copa Confederaciones.
En los recientes días el técnico Carlos Alberto Parreira y sus pupilos se esforzaron por presentar un discurso de moderación y hasta de indiferencia frente al posible rival en la lucha por el título, pero mucho no lograron ocultar sus sentimientos.
"Es siempre bueno llegar a la final y ganarle a Argentina, por la rivalidad que existe entre las dos selecciones", afirmó el delantero Ricardo Oliveira, del Real Betis español.
Oliveira resumió en una frase el sentimiento que, sin lugar a dudas, vive también en los corazones y mentes de los rivales: "Creo que del otro lado también se piensa así, es para ellos una fiesta ganarle a Brasil, así como para nosotros es una fiesta ganarles".
Según Emerson, la reciente derrota ante Argentina 1-3 (en las eliminatorias rumbo al Mundial de Alemania 2006) significa "una espina en la garganta".
Por eso, después de la victoria 3-2 sobre Alemania, admitió que su "corazón brasileño" anhelaba una final contra la escuadra albiceleste.
A su vez, el delantero Adriano, la gran figura de la victoria sobre los germanos y el goleador de Brasil en la Copa Confederaciones, ni siquiera intentó ocultar el nombre de la selección contra la cual desea disputar el título el miércoles.
"Es una gran satisfacción lo del triunfo sobre Alemania, pero ahora quiero jugar contra Argentina y ahí voy a estar mejor", anunció el delantero del Inter de Milán.