Carece de servicios básicos y de una escuela digna
Palo Verde, poblado abandonado por disputa de siglas partidistas
Mexicali, BC. 26 de junio. A sus once años de edad, Jesús es parte fundamental de la economía de su familia; trabaja en la fabricación de ladrillos, principal actividad económica de las 40 familias que viven en Palo Verde, delegación municipal de Cerro Prieto, comunidad suburbana que se localiza a 20 kilómetros de la capital del estado.
Su casa se sitúa enmedio de un drenaje a cielo abierto por el cual corre agua que se destina a las actividades agrícolas. De calles de tierra, el poblado se comunica con la cabecera municipal por medio de una brecha que la delincuencia ha hecho suya: la cantidad de carros desvalijados y abandonados da testimonio.
Sus habitantes no tienen agua potable ni drenaje, tampoco energía eléctrica. Muy cerca de ahí se levanta la geotermoeléctrica de la Comisión Federal de Electricidad, planta que genera energía para consumo local y para exportar a California, Estados Unidos, en particular al Valle Imperial, limítrofe con Mexicali. Las fumarolas anuncian que se han hecho descargas de la electricidad a la tierra, por la sobreproducción del fluido.
El padre de Jesús es originario de Michoacán y forma parte de la tercera generación de ladrilleros, recuerda mientras se seca el sudor de un Mexicali cuyo clima, en junio, alcanza 39 grados centígrados, aunque en julio y agosto puede llegar a 46.
Antes habitaban en la colonia Xochimilco, pero fueron reubicados por la construcción de vialidades. Desarrolladores de vivienda los trajeron hasta Palo Verde con el gancho de que los terrenos eran "baratos, con facilidades", pero nunca les advirtieron que carecían de servicios públicos.
¿Escuela digna?
Hay una escuela, cuyos muros han sucumbido al paso del tiempo y la mala edificación. En el muro norte, una fractura permite adivinar que en poco tiempo se vendrá abajo. El techo es de lámina y las clases de inglés y las computadoras de los programas gubernamentales son algo muy lejano.
La directora Yadira Valenzuela aprovecha la visita del primer alcalde que pisa esa tierra: "¿Porque son hijos de ladrilleros no merecen una escuela digna?", le espeta al priísta Samuel Ramos, quien se compromete a interceder ante el Sistema Educativo Estatal del gobierno del panista Eugenio Elorduy. Está claro que hay un problema de siglas partidistas. Desde hace siete meses Mexicali es gobernado por el PRI, pero la administración estatal se convirtió al panismo en 1989. Ese muro resquebrajado muestra otra realidad. En un poblado donde se asienta una ladrillera: la escuela es de tabicón.