Candidato del PRI
"Confianza de la gente, por el trabajo intenso"
Cuautitlán Izcalli, 26 de junio. Lejos de los afectos de la dirigencia nacional del PRI al momento de su elección como candidato, el aspirante a la gubernatura del Estado de México, Enrique Peña Nieto, es, a siete días de la elección constitucional, una evidencia del crecimiento de los liderazgos regionales que reclamaron al centro espacios propios ante el vacío que le dejó al tricolor la derrota de 2000.
Entonces, hace poco más de cuatro meses, desde las oficinas del PRI en el Distrito Federal, se aseguraba que él era el único de los posibles candidatos que no garantizaba el triunfo. Incluso, el dirigente nacional del tricolor, Roberto Madrazo, no estuvo presente en la toma de protesta de Peña Nieto como candidato.
Peña Nieto muestra una de las encuestas recientes, que lo colocan con más de 10 puntos de ventaja en las preferencias electorales.
"Hemos hecho un trabajo intenso, pero sobre todo de gran contacto con la ciudadanía; hemos dejado en claro los compromisos, sobre todo en el orden local y de carácter estatal. Las encuestas son espejo de que han tenido aceptación entre la ciudadanía, y yo espero que esto se vea reflejado con su voto en las urnas, y que nos dé victoria contundente".
Sin embargo, a su alrededor sus colaboradores anuncian que "están listos para lo que venga", al reconocer que aun con una victoria clara no se descarta que el PAN y el PRD desconozcan el resultado, para emprender una batalla legal "e intentar ganar en un escritorio la gubernatura que les negaron las urnas". Lo mismo afirma el senador César Camacho Quiroz, ex gobernador de esta entidad, quien al inicio de la jornada le ofreció un desayuno multitudinario.
"Quién ganará, lo dejarán muy claro los electores el 3 de julio.
El llamado que yo he hecho a todos los partidos y los candidatos es, por supuesto, a que se conduzcan con gran respeto y civi-lidad en las normas de la democracia, donde está claro que son los ciudadanos, sólo ellos, quienes libremente designan a sus gobernantes", dice Peña Nieto en entrevista, mientras reparte saludos y sonrisas a todo aquel que logra acercarse.
La oposición, agrega, ha exhibido desde el comienzo de la campaña su estrategia: impugnar una elección porque las preferencias electorales no les favorecen. "¡Eso es atentar contra la democracia, más viniendo de quienes pretenden celebrar una fiesta de la democracia, sin ajustarse o atenerse a las reglas de la democracia!", dice Peña Nieto, mientras pierde por un momento la sonrisa que parece acompañarlo a todos lados.
Segundos después se recompone, y retoma el compromiso de no agresión que él mismo se impuso, para señalar que el estado de México puede ser el gran ejemplo de lo que los ciudadanos quieren para las elecciones presidenciales de 2006, "porque a mí me parece que sería todavía más grave recurrir a los tribunales", aunque, reflexiona, "seguro estoy de que refrendaremos la victoria, pero ojalá quepa la prudencia y la madurez en los partidos".
Respecto del llamado de la oposición para que, como en las elecciones presidenciales de 2000, la gente que no ha decidido su sufragio opte por el llamado voto útil, Peña Nieto aseguró que la gente "ya no se deja sorprender" y tiene clara la opción política que más la ha convencido.
"En el fondo de una campaña, los ciudadanos emiten un voto por aquel candidato que más confianza les despierta", enfatiza, para reiniciar su paso en medio de vallas, rostros, manos y gritos que lo acompañan en su paso hasta el templete.