Washington calificó de farsa la elección de Ahmadi-Nejad y pronostica revueltas

Ratifica Irán que mantendrá su programa atómico y declara que "no necesita" a EU

No habrá "extremismos"; se buscará atraer inversión extranjera, declara el presidente electo

THE INDEPENDENT, AFP, REUTERS Y DPA

Teherán, 26 de junio. El presidente electo de Irán, el conservador Mahmud Ahmadi-Nejad, defendió hoy el derecho de su gobierno a desarrollar energía nuclear con fines pacíficos y usó un tono conciliatorio en las negociaciones con la Unión Europea sobre ese tema, pero en cambio aseguró que su país "no necesita realmente" normalizar sus relaciones con Estados Unidos.

En su primera conferencia de prensa tras el anuncio de su victoria en la segunda ronda de las elecciones celebradas el viernes, Ahmadi-Nejad afirmó que al "preservar los intereses nacionales y enfatizar el derecho de la nación iraní a usar tecnología nuclear pacífica, continuaremos las negociaciones" con la Unión Europea (UE).

Hizo énfasis en que Irán necesita esa energía nuclear con propósitos médicos, así como para generar electricidad. Dijo que en su gobierno no habrá sitio para "extremismos", y señaló que buscará impulsar las inversiones nacionales y extranjeras.

Francia, Gran Bretaña y Alemania, los países que negocian con Irán en nombre de la UE, presentarán a finales de julio proyectos de cooperación para convencer a la república islámica de que mantenga la suspensión de sus actividades nucleares, principalmente en lo que ese refiere al enriquecimiento de uranio.

El presidente electo dijo horas antes y durante un homenaje al líder de la Revolución Islámica iraní de 1979, el ayatola Jomeini, que extiende su "mano de amistad y de relaciones equitativas a todos los países" que "no muestren animosidad hacia Irán".

Al respecto, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Hamid Reza Asefi, declaró que el gobierno de Irán va a continuar su "política de distensión", en particular con los países árabes, tras la elección de Ahmadi-Nejad como presidente.

No obstante, Ahmadi-Nejad, quien asumirá la presidencia el 3 de agosto, dejó de lado las relaciones con Washington. "Irán va por el camino del progreso y del desarrollo y no necesita realmente a Estados Unidos", sostuvo.

Precisamente, los países petroleros del golfo Pérsico felicitaron el presidente electo de Irán y expresaron su deseo de que haya una mejora en los vínculos con Teherán.

En cuanto a la política interna, el presidente electo prometió un gobierno moderado basado en la justicia, la paz, la coexistencia y el desarrollo de las relaciones justas.

Luego de ser recibido por Alí Jamenei, máxima autoridad del régimen teocrático iraní, que le transmitió sus votos de éxito, Ahmadi-Nejad intentó tranquilizar a quienes temen que su victoria haga retroceder la relativa liberalización social que conoció Irán durante los ocho años de presidencia del moderado Mohamad Jatami, y aseguró que el suyo será un gobierno amistoso y compasivo.

"Será un gobierno justo y honesto al servicio del pueblo en el que no habrá sitio para el extremismos, será un gobierno para los 70 millones de iraníes", recalcó.

"Nuestro país debe alcanzar las cumbres del desarrollo y, para ese fin, estrecharé cálidamente la mano a todas las elites y a todos los iraníes, y convoco a todos a la amabilidad, al afecto y a la solidaridad", agregó el actual alcalde de Teherán.

También anunció que dará un impulso las inversiones nacionales y extranjeras en Irán, y para ello eliminará los obstáculos burocráticos.

En Washington, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Donald Rumsfeld, calificó de farsa los comicios en Irán, y señaló que a nadie debería sorprender el hecho de que se haya celebrado un simulacro de elecciones con la victoria de un ultraconservador.

"Es joven pero no es amigo de la democracia ni de la libertad", observó el jefe del Pentágono en declaraciones la cadena Fox, y consideró que en algún momento las mujeres y los jóvenes en Irán encontrarán "inaceptables al nuevo presidente Ahmadi-Nejad y los líderes religiosos del país iniciarán una revuelta contra ellos.

En Israel, Estado enemigo de Irán, el número dos del gabinete, Shimon Peres, consideró que Ahmadi-Najad creará graves problemas a la comunidad internacional. "La conclusión es que existe (en Irán) una combinación peligrosa de extremismo religioso, de armas no convencionales y aislamiento internacional que va a continuar y a causar graves problemas", afirmó.

De su lado, el presidente israelí, Moshe Katzav, comentó que el programa nuclear de Irán debe ser llevado al Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas, porque, dijo, tácticas reconciliadoras no ayudan a resolver el problema, menos aún después de las pasadas elecciones.

Sobre el tema, fuentes militares japonesas revelaron en Tokio que Corea del Norte recibió de Irán tecnología de misiles capaces de portar cargas nucleares a partir de cohetes de ese tipo que Teherán compró a Ucrania en 2001.