Usted está aquí: lunes 27 de junio de 2005 Economía Reabrir el rescate bancario sería un atentado, asegura el titular del IPAB

Además se carece de las facultades para hacerlo, señala Mario Alberto Beauregard

Reabrir el rescate bancario sería un atentado, asegura el titular del IPAB

Bancos involucrados sólo reconocen $11 mil 526 millones en créditos relacionados o irregulares

ISRAEL RODRIGUEZ

Ampliar la imagen Mario Alberto Beauregard, secretario ejecutivo del IPAB, comparecer�a� ante senadores FOTO Jos�ntonio L� Foto: Jos�ntonio L�

El rescate bancario es un capítulo cerrado y legalmente no hay posibilidad de reabrirlo en un futuro, porque hay contratos firmados y por lo tanto no se tienen ni siquiera las facultades para hacerlo. Tratar de llevarlo a cabo sería atentar contra la certidumbre jurídica del país, aseguró el Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB).

Al presentar este domingo los resultados de las revisiones Gestión, Identidad de Objeto, Existencia, Legitimidad y Legalidad (GEL) efectuadas a los bancos Banamex, BBVA Bancomer, Banorte y Bital (ahora HSBC), en la que estas instituciones reconocieron créditos relacionados o irregulares por un monto total de sólo 11 mil 526 millones de pesos, incluidos en el Programa de Capitalización y Compra de Cartera (PCCC) aplicado durante la crisis bancaria iniciada en 1995, el IPAB señaló que con esto concluye un ciclo de enorme trascendencia para el sistema bancario.

De esta manera, después de 10 años, el gobierno federal , banqueros y las autoridades financieras sepultan uno de los capítulos más cuestionados de la historia económica moderna de México, cuyo costo actual para los contribuyentes asciende a más de 742 mil millones de pesos .

Con la revisión de las auditorías GEL, la deuda del PCCC en este año sólo se reduce mil 257 millones de pesos, porque los bancos pagaron anteriormente 9 mil 477 millones de pesos por los créditos relacionados o irregulares, que no fueron aprobados por el comité técnico del Fobaproa.

Los resultados

Los despachos contables y legales contratados por el IPAB para realizar las revisiones GEL, cuya selección fue conocida por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), la Secretaría de la Función Pública (SFP) y la Auditoría Superior de la Federación (ASF), reportaron 215.4 millones de pesos referentes a una reducción directa de los pagarés a cargo del IPAB, mientras que mil 50.2 millones de pesos corresponden a ingresos netos a las chequeras de los fideicomisos que pagaron los bancos en efectivo, en lugar de intercambio por otros créditos como lo permite la ley, con lo que se elimina el riesgo para el IPAB de administrar y gestionar la cobranza de estos créditos.

En conferencia de prensa, el secretario ejecutivo del IPAB, Mario Alberto Beauregard, afirmó: "Aun si quisiéramos abrir el tema, no hay ni contra quién ir, porque los accionistas originales de los bancos perdieron sus instituciones". Explicó: "Sí tú llegas dos años después a reabrir contratos del pasado, qué certidumbre jurídica va a tener una empresa en un país como éste".

Originalmente los bancos que participaron en el PCCC fueron Banamex, Banco del Atlántico, Bancomer, Bancrecer, Banoro, Banorte, BBV, Bital, Confia, Mexicano, Promex y Serfin, en su mayoría desaparecidos o absorbidos por otras instituciones bancarias, principalmente extranjeras. Las instituciones que permanecieron hasta el final del PCCC fueron Banamex, BBVA Bancomer, HSBC (antes Bital) y Banorte.

El funcionario indicó que estos contratos fueron perfectamente revisados por el IPAB, por los abogados de los bancos y la misma SFP, dependencia que dijo en un oficio que este programa era congruente con el artículo quinto transitorio de la Ley del IPAB, que refiere que las obligaciones asumidas por el ahora extinto Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa) en el PCCC sólo pueden ser transferidas al IPAB después de que fueran auditadas.

Mario Alberto Beauregard, quien comparecerá este lunes ante la Cámara de Diputados, reconoció que la deuda del IPAB, que asciende a 742 mil millones de pesos, al primer trimestre de 2005, no se está pagando y sólo se está refinanciando, cubriendo solamente el componente real de los intereses, es decir, la diferencia respecto a la inflación, por lo que la deuda seguirá creciendo en términos nominales.

Sin embargo, aclaró que la expansión de la economía ha permitido que la deuda derivada del rescate bancario, que representaba 14 por ciento del producto interno bruto (PIB) en 1999, ahora equivale a 8.7 por ciento como proporción del PIB, lo que significa una menor carga para las finanzas públicas.

El IPAB estimó que en caso de que la economía mexicana alcance un crecimiento de 7 por ciento en los próximos años, los pasivos podrán cubrirse en menor tiempo, pero si el crecimiento es de alrededor de 3.5 por ciento anual tomará alrededor de 25 años lograr que el peso de los pasivos del IPAB llegue a representar 1 por ciento del PIB.

De acuerdo con los resultados del nuevo programa, que concluye con las revisiones GEL, y una vez aplicadas sus consecuencias como parte del procedimiento de aplicación, los pasivos asociados con el PCCC disminuyen en 52.9 por ciento.

De esta manera, con base en los acuerdos alcanzados a la firma de los contratos del nuevo programa, la obligación de pago, cuyo valor al 31 de marzo de 2005 sería de 239 mil 200 millones de pesos, alcanzó un valor neto al primer trimestre de este año de 112 mil 658 millones de pesos.

Esta disminución deriva de una reducción de 51 mil 899 millones de pesos por concepto del esquema de incentivos y la participación en pérdidas; 63 mil 118 millones de pesos por cobranza y 11 mil 526 millones de pesos por créditos relacionados o irregulares resultado de las revisiones GEL.

El programa de pérdidas compartidas consiste en que las instituciones participantes cubran una porción del costo fiscal del nuevo programa. En términos generales, el porcentaje de pérdidas a cargo de los bancos fue de 25 por ciento.

El esquema de incentivos fomenta la administración y cobranza eficiente de los créditos y nació a consecuencia del faltante de reservas crediticias identificado en las revisiones originales de la cartera objeto del programa. Bajo los términos del esquema, la obligación de pagar dicho faltante de reservas actualizando por parte de los bancos disminuiría a partir de una recuperación mayor a 20 por ciento.

El costo global de la contratación de los despachos contables para las revisiones GEL fue de 14.3 millones de pesos, y el correspondiente a los despachos legales fue de 20.1 millones, más el impuesto al valor agregado correspondiente.

Mario Alberto Beauregard informó que este año el IPAB deberá enfrentar pagos por vencimientos de los bonos por un monto de 78 mil 640 millones de pesos, y para 2006 serán 50 mil 171 millones. Actualmente el IPAB cuenta con 87 mil millones de pesos en caja, obtenidos mediante las emisiones de deuda en el mercado de dinero mediante la colocación de Bonos de Protección al Ahorro.

Para este 2005, el IPAB destinará a las instituciones bancarias, en su mayoría extranjeras, 21 mil millones de pesos sólo para el pago de intereses. Por otra parte, reveló que los activos financieros (créditos) pendientes de recuperar ascienden a 3 mil millones de pesos, de un valor de capital de 27 mil millones. Es decir, prevé recuperar 11.11 centavos por cada peso de crédito. Sin embargo, los bancos tendrán que entregar un plan de recuperación anual bajo un minuciosos seguimiento del IPAB.

Este martes el secretario ejecutivo del IPAB también deberá comparecer ante el Senado para explicar la formalización del nuevo programa final. Por ello, el funcionario canceló su participación en la Semana Nacional de la Transparencia, organizada por el Instituto Federal de Acceso a la Información Pública.

 
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