Usted está aquí: lunes 27 de junio de 2005 Política ASTILLERO

ASTILLERO

Julio Hernández López

Acotaciones

Festivo cazador (ya) sin botas

Niño Roberto usa álbum familiar

Autos chocolates, pólvora social

EL IFE HA ESTABLECIDO cotos de caza electoral debido a que un francotirador antes calzado con botas (ahora usuario de pantuflas conyugales) insiste en el uso de arsenal de gobierno para beneficio de su marca partidista personal. Bonsai de origen, pues sus propios consejeros provienen de otra suerte de bandolerismo partidista (nombrados a cuenta de favores repartidos entre PAN, PRI y Verde Ecologista), el mini IFE trata de legitimarse y crecer al atravesársele en el camino al leñador riflero que está empeñado en celebrar una ceremonia cinegética el 2 de julio para así propiciar al siguiente día la caída en urnas de patos blanquiazules, cuando en el estado de México Rubencito de las Contradicciones y las Mentiras se enfrente al sobrino Quique del Despilfarro y la Transa, y cuando, sobre la anémica presencia del PAN en la entidad, el hijo del difunto cetemista Emilio M. González (Ney, el nombre del vástago) retome el control de Nayarit a nombre del PRI. El mensaje de lo que hasta ahora ha sido una especie de PRIFE deberá alcanzar a otro cazador que gusta salir de su jurisdicción para tratar de inducir decisiones electorales ajenas, como es el caso del peje montero que dio en saltar trancas para ir en apoyo de la candidata que impuso a los perredistas mexiquenses y que no despegó ni siquiera por el abierto apoyo extraterritorial de ese funcionario tropical-chilango expansivo.

AGAZAPADO ENTRE LOS matorrales, el hijo de su papá Carlos A. se hace campaña escudándose en el álbum familiar. No se mete así directamente en los enredos contables que están generando los precandidatos tucomes con sus comerciales hasta ahora pagados de manera inexplicada en cuanto a origen de los fondos y a términos de facturación (rodeados todos esos anuncios de la fundada sospecha de que son cubiertos con dinero de los estados que gobiernan o han gobernado). Robertico hace que una fundación especializada en triangulaciones, igualmente tramposo ese método como el usado por sus contlapaches tucómicos, aparezca como responsable de una campaña que habla de papá Carlos pero promueve al hijo presidenciable, y al mismo tiempo, en un leve madruguete dominical, decide el mismo retoño asumirse ya como aspirante oficial a la candidatura tricolor a Los Pinos. Arrecian en tanto los pleitos en la familia real priísta, con Emilio Chauyffet y Manlio Fabio Beltrones en pleno tiroteo y la maestra Elba Esther como permanente fantasma al acecho.

NIÑO ROBERTO SE destapa en su ambición de llegar a ser grande (adulto, pues), aprovechando que sus dos principales adversarios siguen patinando a causa de las cáscaras de plátano que ellos mismos se acomodaron bajo los pies: el caso de los quemantes permisos para casas de apuesta en el caso del hombrecito de Bookareli y el Metrobús autoritariamente inaugurado por cálculos electorales en el caso del Peje de Insurgentes. Santiago Bookreel sigue apareciendo en pantalla con ese aire regañón y sacrificado que no conmueve ni a sus propios compañeros de partido, que en público y en privado denuncian la incongruencia ética de esas concesiones barnizadas de discutible legalidad. Y López Obrador se ha esmerado en mostrar en el asunto de la vialidad insurgente el talante impositivo que bien le funciona en momentos de crisis y combate (la lucha contra el desafuero, por ejemplo) pero que le desfigura en situaciones planas de corte administrativo o ejecutivo que requieren resultados eficaces más que discursos o coartadas.

PARAPETADA TRAS impecables trincheras jurídicas, la banda de negro autodenominada Suprema Corte ha declarado contrabandistas a los muchísimos mexicanos que usan automóviles de origen estadunidense y que los han "legalizado" apoyándose en normas de presunto beneficio a los campesinos. Esa letra judicial es auténtica pólvora de subversión social: en el momento en que las autoridades se decidan a ejecutar la instrucción de los máximos ministros no habrá predios ni cárceles con capacidad para albergar a vehículos decomisados y a ciudadanos apresados. Esa determinación de los jurisperitos constituye un homenaje intachable a la abstracción doctrinal (pues efectivamente ha de reconocerse que hay contrabando en la inmensa mayoría de los expedientes de autos llamados chocolates), pero choca peligrosamente con la realidad flagrante de diaria infracción que cometen no sólo los poseedores de esos vehículos ahora en proceso de desafuero judicial sino, para citar otro ejemplo, los vendedores de fayuca e incluso de mercancía robada que ofrecen sus productos delincuentes por diversos puntos de la gran urbe y desde luego a las mismas afueras de la propia Corte y de Palacio Nacional.

ASTILLAS: MUCHAS GRACIAS a todos quienes de manera personal o por teléfono, Internet o fax hicieron llegar mensajes de ánimo y felicitación a los jornaleros potosinos caminantes. Mención especial merece el esfuerzo encabezado por el diputado zacatecano Luis Medina Lizalde, presidente del comité de comunicación social de San Lázaro (con cuyos integrantes se reunió el jueves por la mañana este tecleador), quien promovió la firma de un comunicado de solidaridad que firmaron legisladores de todos los partidos con excepción del PAN y logró un acuerdo para que la Cámara de Diputados auspicie en fecha próxima sendos foros para analizar los problemas de Proceso, Noticias de Oaxaca y La Jornada San Luis. También ha de destacarse la presencia solidaria de centenares de personas en la Casa Lamm el pasado jueves, y las palabras de un panista valiente y con una avanzada visión sobre los medios de comunicación como es el senador Javier Corral, de un cronista con gran compromiso social como Jaime Avilés (Marcelo de los Santos "Oleos", llama al gobernador potosino), de un periodista fundamental para entender el presente yunquero como es Alvaro Delgado, y de un navegante experto en sortear tormentas de censura y represión como es Ricardo Rocha, que ahora está por quedar fuera de la televisión por cable. De nuevo: gracias y ¡hasta mañana!

Fax: 56 05 20 99 * [email protected]

 
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