Usted está aquí: sábado 25 de junio de 2005 Cultura Crecen las legiones de mahlerianos

Crecen las legiones de mahlerianos

La más reciente grabación de la Octava de Mahler, antes de la de Kent Nagano, es la de sir Simon Rattle al frente de la Sinfónica de Birmingham, con la que este joven maestro completó un formidable ciclo mahleriano antes de ser nombrado director titular de la Filarmónica de Berlín, con la cual por cierto inició su gestión en septiembre de 2002, un debut apabullante en el que disertó con la Quinta de Mahler en la sede de la orquesta berlinesa, sesión histórica de la cual existe una grabación hiperrecomendable en dvd.

La versión de Rattle a la Octava Sinfonía, grabada en discos EMI Classics, es abrumadora, potente, brutal y delicada de acuerdo con los requerimientos de la partitura y la lectura de inteligencia sensible de este maestrísimo inglés.

Su mayor acierto es otorgar un tratamiento camerístico a esta estructura sinfónica de suma complejidad y dimensiones colosales.

La grandiosidad a partir de lo pequeño, la complejidad a partir de lo simple, son las estrategias formidables que sigue Rattle, nacido en Liverpool, en esta Sinfonía de los Mil grabada en su alma mater, la sede de la Orquesta Sinfónica de la Ciudad de Birmingham.

La tensión dramática que impregna la partitura en su totalidad está elevada a su máxima potencia y cuidada en sus mínimos detalles. Un ejemplo: en el pasaje titulado Waldung, sie schwandt heran. Chor und Echo, el efecto que logra Rattle con sus músicos es sencillamente estremecedor por su contundencia. Consigue al mismo tiempo trasponer los fenómenos de la física (no en balde Mahler se propuso en esta sinfonía hacer sonar a los mismísimos planetas) y también transfigurar las emociones contenidas, estalladas, volando en mil fragmentos en el universo.

Si bien los mahlerianos consumados ubican la grabación de Solti como la insuperable en la primera parte de la Octava Sinfonía y la de Bernstein como la imbatible en la parte segunda de esta obra grandiosa, el balance logrado por Rattle, merced a la estrategia descrita líneas arriba, es simplemente asombroso.

La pléyade de directores mahlerianos aumenta con las grabaciones más recientes de la Octava Sinfonía de Gustav Mahler y de otras de sus composiciones, de manera proporcional a como aumentan las legiones de mahlerianos en el mundo. ¡Salve!

 
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