El padecimiento es causa de muerte para 3 mil 500 mexicanas cada año
Lista, vacuna para el cáncer cérvico uterino; saldría a la venta en 2006
En breve saldrá al mercado la primera vacuna para prevenir el cáncer cérvico- uterino, que cada año ocasiona la muerte de 3 mil 500 mujeres en México, lo que coloca a este padecimiento como la principal causa de muerte por tumores malignos en el sector.
Los resultados de la fase tres del estudio multicéntrico realizado a 25 mil participantes -mil mexicanos- de 33 países durante los pasados cinco años, demostraron que la aplicación de la vacuna desarrollada por los laboratorios Merk Sharp and Dohme (MSD) redujo en 90 por ciento las infecciones y neoplasias causadas por cuatro variantes del virus del papiloma humano (VPH).
Estos serotipos son responsables de 70 por ciento de los casos de verrugas genitales y cáncer invasor.
Eduardo Lazcano Ponce, director del Centro de Investigación en Salud Poblacional, del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), resaltó que 75 por ciento de las personas que han tenido actividad sexual (hombres y mujeres) fueron portadores del VPH en algún momento.
Señaló que la en actualidad se conocen más de 100 tipos del VPH y que una de cada 10 mujeres sexualmente activas es portadora del virus.
Al inicio de las relaciones sexuales, dice, 20 o 25 por ciento de las personas contraen este padecimiento, pero la mayor incidencia se presenta entre quienes tienen de 35 a 40 años de edad.
La presencia del virus entre los hombres es dos o tres veces mayor. De cada cinco varones, según sus conductas sexuales, dos o tres están infectados, aunque el desarrollo de enfermedades es más común en mujeres, explicó.
Investigaciones del INSP han confirmado que en las dos décadas pasadas perdieron la vida más de 85 mil mexicanas por cáncer cervico-uterino. En las áreas rurales el riesgo de morir por este padecimiento, conocido también como enfermedad de la pobreza, es tres veces mayor que en zonas urbanas.
Lo anterior, agrega Lazcano, está asociado al déficit en la oferta de servicios de salud, la dificultad para atenderse en unidades clínicas y, por tanto, de practicarse el papanicolau, que es la prueba de detección de lesiones en el cuello de la matriz.
El especialista resaltó que a pesar de la extensa circulación del VPH en el país, entre 85 y 90 por ciento de las personas infectadas eliminan el virus en forma es-pontánea en el transcurso de un año, y sólo 5 o 10 por ciento presenta lesiones crónicas, que probablemente derivarán en verrugas o cáncer de la matriz.
Estos porcentajes se incrementan cuando existen factores de riesgo, como la herencia familiar, el consumo de tabaco y la multiplicidad de partos.
El VPH también puede originar tumores en ano, vulva, vagina y pene o desarrollar orofaringe, principalmente entre las personas que tienen prácticas sexuales de alto riesgo.
Enemigo silencioso
Lazcano Ponce destacó que la mayoría de las infecciones no producen síntomas ni pueden observarse a simple vista, por lo que es de suma importancia que las personas se realicen las pruebas clínicas de detección de cualquier anormalidad en el cuello uterino y, en su caso, se apliquen la vacuna profiláctica, que contribuye a evitar tumores malignos.
Javier Báez-Villaseñor, gerente médico de Infectología de MSD, explicó que luego de 10 años de investigación para combatir al VPH, el estudio multicéntrico internacional -en el que participa México mediante el INSP- llegó a la tercera fase, en la cual se ha demostrado la efectividad de la inmunización para reducir el riesgo de infecciones y enfermedades relacionadas con cuatro de los serotipos más comunes del virus.
El estudio se llevó a cabo en grupos de personas de 10 a 23 años. Se detectó que la mayor efectividad de la vacuna recae en las personas que aún no inician su vida sexual, es decir, entre los 10 y 15 años, por lo que en este rango de edad se centrará la aplicación del fármaco una vez que haya sido aprobado por las autoridades de Salud de México y Estados Unidos.
Báez comentó que podrá aplicarse también a personas de mayor edad, principalmente en aquellas que no han estado infectadas con el VPH o que aun estándolo puedan evitar el contagio de otros.
El especialista destacó que los beneficios de esta vacuna en la salud pública se observarán en el mediano y largo plazos, cuando la inmunización elimine el cáncer cérvico-uterino como una de las principales causas de mortalidad.
La vacuna, se calcula, estará disponible en la primera mitad de 2006. Está elaborada a partir de virus vivos "atenuados", especialmente de la "envoltura externa" del VPH, que contiene proteínas que proveen al organismo humano de los anticuerpos necesarios para combatir al propio VPH, explicó Báez.