Dijeron pertenecer a la AFI y que investigaban plantíos de mariguana y tala de árboles
Irrumpe comando armado en tierras comunales de Milpa Alta
Cubiertos con pasamontañas, amagaron a vigilantes de la zona, denuncian representantes de los 9 pueblos
Llaman a la sociedad civil a seguir con atención "esta nueva agresión" en su contra
Un grupo de 75 sujetos fuertemente armados, a bordo de camionetas pick-up en colores blanco y verde, sin placas, entró durante la madrugada de ayer a la zona boscosa de Villa Milpa Alta, en busca de "sembradíos de mariguana y tala de árboles clandestina", denunció la representación comunal. Los integrantes del comando, "sin ninguna orden judicial, dijeron pertenecer a la Agencia Federal de Investigación y a la policía estatal".
Cerca de las cuatro de la madrugada, 15 hombres vestidos de negro y con pasamontañas llegaron a la caseta de El Capulín, narró Moisés Barradas Ramírez, uno de los vigilantes, a quien los sujetos le preguntaron sobre el rumbo que debían tomar para llegar a San Salvador Cuauhtenco, pues se decían perdidos.
En pocos minutos "el campamento de vigilancia" fue rodeado por unas 75 personas a bordo de camionetas pick-up, y con armas largas encañonaron a Moisés y a su compañero. Desconectaron los radios de comunicación y fueron por el vigilante de la caseta de Pelagatos.
Barradas Ramírez, Heriberto Ramírez Madrid y Nicolás Yedra, comuneros de Villa Milpa Alta, informaron a La Jornada que fueron interrogados sobre su presencia en el lugar, el pago que recibían, quiénes eran sus patrones y qué era lo que vigilaban. Las respuestas fueron contrarias a lo esperado por los supuestos elementos de seguridad, porque los retenidos dijeron que eran integrantes de la comunidad y vigilaban el lugar para evitar la comisión de ilícitos.
Sin orden judicial, el comando justificó su presencia mencionando una supuesta denuncia de habitantes de San Salvador Cuauhtenco, que alertaba sobre sembradíos de mariguana y tala de árboles clandestina. Los tres vigilantes fueron obligados a hacer un recorrido por el bosque para ubicar los supuestos sitios que se denunciaban. Después de dos horas y sin ningún éxito para los supuestos agentes federales, los comuneros fueron abandonados en una de las casetas, y les decomisaron dos armas, calibres 16 y 20, así como una carrillera con cartuchos.
La acción fue calificada por los denunciantes de una medida para "amedrentar a la comunidad"; por ello, la representación comunal "protesta enérgicamente contra el abuso de autoridad" y manifiesta su preocupación por el ambiente de persecución contra las comunidades indígenas autónomas, "utilizando el mentiroso recurso de enervantes, que no es sino el pretexto para militarizar las regiones y comunidades que gozan de autonomía histórica y constitucional".
Enclave zapatista
Según los registros históricos, desde 1600 la comunidad de Villa Milpa Alta ha luchado por la defensa de su territorio, tradiciones, recursos naturales, en contra de la urbanización y "los malos gobernantes que han permitido los despojos de sus tierras"; por ello sus habitantes en su momento se identificaron con los ideales de Emiliano Zapata y ahora están estrechamente vinculados con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).
Villa Milpa Alta está conformada por nueve pueblos, que buscan que el Tribunal Unitario Agrario les reconozca la propiedad sobre 27 mil hectáreas. Sostienen que cuentan con un título virreinal para demostrar que la tierra les pertenece. Su relación con el EZLN se remonta a 1996, cuando el 12 de octubre de ese año se fundó en la ciudad de México el Congreso Nacional Indígena, a partir de una invitación de los zapatistas para que participaran como sus asesores.
Desde entonces, los nexos se estrecharon hasta el punto de que la primera asamblea del congreso indígena se efectuó en tierras comunales de Milpa Alta, el 20 de noviembre de 1996. En marzo de 2001 visitaron esta comunidad los 23 comandantes del EZLN y el subcomandante Marcos. Cabe recordar la muerte del dirigente milpaltense Ramiro Taboada, quien dio la bienvenida entonces a los zapatistas y cuyo deceso fue calificado como un asesinato por sus compañeros.
La presencia de dicho comando, señaló Francisco Chavira, representante de la comunidad, se suma a la reciente "agresión" de la Secretaría de la Reforma Agraria, que mediante falsas convocatorias y manipulación de comuneros intentó generar división entre la comunidad.
La representación de Milpa Alta hizo un llamado a organizaciones de la sociedad civil para que sigan con atención este "nuevo intento de agresión" en su contra, y exhorta "a todos los comuneros, a no dejarse llevar por la provocación y evitar enfrentamientos con comunidades hermanas".