Los delincuentes robaron $20 mil de limosnas
Asalto contra 5 franciscanos en una iglesia de Coyoacán
Los cinco frailes franciscanos que viven en la iglesia de la Virgen de Guadalupe, en la colonia Del Carmen, Coyoacán, sufrieron un asalto en el templo el domingo pasado, y algunos fueron atados de manos y de pies, mientras los ladrones ejecutaban su ilícito.
Alrededor de las 20 horas, luego de finalizar la última misa de ese día, y cuando el sacristán estaba a punto de cerrar la puerta, dos sujetos armados, quienes se habían ocultado en el inmueble, amenazaron con una pistola al fraile y lo mantuvieron incomunicado, junto con los otros cuatro religiosos, en la iglesia, luego de que rompieron las líneas telefónicas para evitar que se pudieran comunicar al exterior.
Uno de los franciscanos -quien respetó la decisión del grupo de que no se publiquen sus nombres- confirmó los hechos y manifestó que ese acto de vandalismo impactará la obra social que realizan, la cual incluye dar asistencia a niños contagiados con VIH-sida y de personas de la tercera edad, además de las actividades misioneras que ofrecen en Nicolás Flores, Hidalgo, en Guerrero y Oaxaca, donde auxilian a personas marginadas.
Según explicó, los delincuentes, una vez que cerraron por dentro la puerta del recinto, estuvieron comunicándose por teléfono celular y un aparato de radio con un cómplice que se encargó de vigilar la calle de Viena, donde se ubica la parroquia, mientras dos más estaban pendientes en las esquinas con Abasolo y Allende.
Los asaltantes los despojaron de las limosnas que, de acuerdo con el recuento, superan los 20 mil pesos en un domingo, y se llevaron los recursos del mes, por lo que no les quedó ni siquiera para pagar sueldos.
Indicó que el robo ocurrió en aproximadamente 45 minutos y que por fortuna ninguno de los frailes -de entre 50 y 74 años- sufrió complicaciones de salud, pese a que uno recientemente fue operado del corazón.
Los religiosos levantaron una denuncia en la delegación Coyoacán, donde se inició la averiguación previa FCY/COY-2T1/1073/0506.
La arquidiócesis de México condenó el asalto y subrayó la falta de seguridad. Dijo que pese a programas delegacionales como Sendero Seguro, el cual se aplica para vigilar escuelas, lecherías y lugares públicos como los templos, las acciones resultan insuficientes, pues cuando ocurrieron los hechos no había ninguna patrulla o un policía cerca.
Reprobó la inseguridad en que se encuentran fieles y párrocos, como parte del clima de violencia generalizada en el país, y en específico alertó sobre los robos de arte sacro y la carencia de un inventario nacional al respecto.