Mario Méndez y Juan Pablo Rodríguez se estrenaron como titulares

En gris partido México igualó 0-0 ante Grecia y se enfrentará a Argentina

Lo positivo fue la reaparición de Rafa Márquez

Otra gran actuación de Oswaldo Sánchez

DPA

Francfort, Alemania, 22 de junio. México se medirá el domingo a Argentina en las semifinales de la Copa Confederaciones de futbol, tras obtener hoy un empate sin goles ante Grecia, en un gris partido en el que el Tri, con una alineación de circunstancias y con la mente en las expulsiones de Salvador Carmona y Aarón Galindo, suficiente hizo con cumplir el objetivo.

Tras la polémica salida de los dos defensores de Cruz Azul, la baja definitiva por lesión de Hugo Sánchez y la lesión de Rafael Márquez, el seleccionador Ricardo La Volpe conformó una oncena completamente inédita, con Mario Méndez y Juan Pablo Rodríguez debutando como titulares en el torneo.

Los problemas de personal impidieron al estratega argentino dar descanso a más titulares. Sólo Jared Borgetti y Antonio Naelson Sinha pudieron cargar baterías para el choque de semifinales en Hannover.

Lo más positivo fue la reaparición de Márquez, que sustituyó a Jaime Lozano, en el minuto 72, y se mostró en buena forma sobre el campo.

Los griegos, por su parte, salieron dispuestos a conquistar el primer triunfo del torneo tras sus derrotas frente a Brasil y Japón, y si no lo consiguieron fue por la espléndida actuación, una vez más, del arquero de Chivas, Oswaldo Sánchez.

En el minuto seis, cuando México aún estaba buscando el sitio, Sánchez desvió al larguero un peligroso remate de Vryzas que entraba directo al arco. El Tri se ahogaba en un ritmo cansino, mientras los helenos, heridos en su orgullo propio, mordían en cada balón.

Sólo hasta el minuto 30 levantó el pie del acelerador Grecia y respiró México. Entonces llegaron sus mejores minutos, pero ni Mario Méndez ni Ramón Morales supieron batir a Nikopolidis.

Antes tampoco lo había conseguido Kikín Fonseca, que solo ante el arquero le disparó al cuerpo.

En el complemento los vicios mexicanos de la primera parte se acentuaron y sólo Grecia existió sobre el césped del Waldstadion de Francfort, pero perdió su eficacia de cara al gol. Papadopoulos no supo rematar un balón fácil, en el minuto 72, a dos metros de la línea de anotación.

En el 78 el árbitro anuló un gol de cabeza de Alberto Medina por dudoso fuera de juego.

De ahí hasta el final, los griegos volcados sobre el área mexicana y su zaga achicando balones. Cuando no podía surgía el héroe Oswaldo Sánchez, que acudió en socorro de sus compañeros en el minuto 90 para detener un remate de Charisteas.